El MQ-9 Reaper, una bestia blanca de 20 metros de envergadura y 11 de largo, con más de 2 toneladas de peso. Es un dron armado multimisión, con techo de vuelo medio, larga autonomía y pilotaje remoto que se emplea principalmente para la ejecución de objetivos en movimientoVANGUARDIA / EL TIEMPO
ESTADOS UNIDOS.- EU confirmó la muerte de Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, mediante el uso de un dron del que no dio detalles, pero que numerosos medios identificaron como el MQ-9 Reaper, una bestia blanca de 20 metros de envergadura y 11 de largo, con más de 2 toneladas de peso.
El MQ-9 Reaper es un avión armado multimisión, con techo de vuelo medio, larga autonomía y pilotaje remoto que se emplea principalmente para la ejecución de objetivos en movimiento, además de como activo de inteligencia.
Fuentes del Pentágono han declinado confirmar o negar a Efe que este aparato fuera el modelo de aeronave no tripulada empleado para acabar este jueves con la vida de Soleimani y el vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, en Bagdad, en una carretera cercana al aeropuerto de la capital iraquí.
El MQ-9 Reaper fue diseñado por General Atomics Aeronautical Systems y entró en servicio en 2007 con un costo de 64.2 millones la unidad. Al día de hoy, la Fuerza Aérea de EU cuenta con 93 de estos aparatos en su flota.
Este dron, que puede ser dirigido desde Estados Unidos por dos pilotos de las Fuerzas Armadas, tiene un techo de vuelo de 15,240 metros de altura, una autonomía de 1.850 kilómetros y alcanza una velocidad de crucero media de 370 kilómetros por hora.
La aeronave cuenta con un Sistema de Apuntado Multiespectral que le permite descubrir y designar objetivos mediante sensores láser e infrarrojos así como mediante el uso de diversas cámaras que, además, permiten ver su actividad en directo desde cualquier rincón del planeta.
Es gracias a este sistema que el MQ-9 Reaper puede emplear sus bombas guiadas Unit-12 Paveway II y GBU-38, así como los misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire, de los que la Fuerza aérea afirma que permiten realizar ataques sobre objetivos con una bajo porcentaje de daños colaterales.
Esta peligrosa arma alada puede además ser desplegada en cualquier parte del globo gracias a su capacidad de ser almacenada en contenedores capaces de transportarse en aviones con una capacidad de carga igual o superior a la del avión militar estadounidense C-130 Hercules.