Monterrey. De un año a otro, la Concachampions no fue muy lejos. De las manos del capitán de los Rayados, Dorlan Pabon, pasó a las de Guido Pizarro, su homólogo de los Tigres.
Sólo unas cuantas ciudades en el mundo pueden presumir de tener a dos campeones de su confederación en casa y todavía menos las que vieron cómo uno de sus clubes "le pasó" el trofeo al otro en ediciones consecutivas.
Es el caso de Rayados y Tigres, que conviven en el área metropolitana de Monterrey, que es ahora una de las 7 urbes en donde se ha dado esta atípica situación a nivel mundial.
Sólo es comparable a lo ocurrido en Ciudad de México, Milán, Buenos Aires, Montevideo, El Cairo y Tel Aviv.
En el País ocurrió en tres periodos distintos. En la década de los 80, cuando los Pumas ganaron la antigua Copa de Campeones y Subcampeones de la Concacaf en 1982 y al año siguiente la conquistó el Atlante, que aún jugaba en la Capital.
Se repitió entre 1989 y 1990, cuando Pumas y América lograron mantener el título en la Ciudad de México y de nuevo entre el 2014 y 2016, ya en la era de la Concachampions, cuando al título del Cruz Azul le siguió un bicampeonato de las Águilas.
La primera vez que algo así sucedió fue en Milán, Italia. El AC Milán salió campeón en la temporada 62-63 y le siguió el bicampeonato del Inter de Milán en las temporadas 63-64 y 64-65.
Buenos Aires es una de las ciudades con más clubes de Primera División en el mundo, entre ellos algunos de los más exitosos. En 1985, Argentinos Jrs. ganó la Copa Libertadores y al año siguiente la consiguió el River Plate.
Hace unos años se repitió la historia, cuando los Millonarios ganaron la Libertadores en el 2015, un año después que el San Lorenzo.
Queda claro que Rayados y Tigres comparten una tierra de campeones y ahora de clase mundial.
