La situación de los hogares en Estados Unidos mejoró en julio en comparación a la que presentaron en abril antes de la cuarentena, pero aún persiste la incertidumbre sobre los despidos laborales y el regreso al trabajo a las oficinas, según un reporte de la Reserva Federal (Fed).
La Fed advirtió que las repercusiones financieras de Covid-19 continúan evolucionando.
De acuerdo con datos para complementar la séptima encuesta anual sobre economía doméstica y toma de decisiones, cuyos resultados finales se darán a conocer en el cuarto trimestre del presente año, en 77% de los adultos dijo estar bien al menos económicamente, en comparación con el 72% de principios de abril y al 75% en octubre de 2019.
Este aumento probablemente se deba a que algunas personas regresan al trabajo, así como a la disponibilidad de programas de asistencia, ya sea del gobierno o de organizaciones benéficas, explicó.
Refirió que un número considerable de familias recibió una o más formas de asistencia financiera, y los efectos de estos programas fueron evidentes en el bienestar financiero general de las personas y su capacidad para cubrir los gastos.
Indicó que la encuesta de julio demostró que las personas parecían más capaces de manejar pequeñas emergencias financieras respecto a los nueve meses anteriores. Aumentó de 63% a 70% los que afirmaron que podrían pagar un gasto de emergencia inesperado de 400 dólares utilizando efectivo, ahorros, o una tarjeta de crédito pagada en el siguiente estado de cuenta.
Se encontró que si bien los programas de asistencia financiera proporcionaron algún amortiguador de las dificultades económicas y algunas personas han regresado a sus trabajos, muchas otras están desempleadas.Todavía hay un 14% que fue despedido desde que comenzó la pandemia.
De los que se quedaron sin empleo, el 30% dijo en la encuesta de julio que habían regresado a su trabajo anterior, frente al 5% en abril; un 10% adicional dijo que estaba trabajando en otro lugar y no esperaba volver al trabajo que tenía antes.
