El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, realizó hoy una inesperada visita a la cárcel para discutir con los dirigentes opositores la reforma constitucional.
"La Constitución no puedes escribirla en la calle", dijo Lukashenko, según informa la agencia oficial BELTA.
Lukashenko, que fue investido a finales de septiembre para un sexto mandato, se refería a que la reforma constitucional no puede llevarse a cabo bajo el dictado de las multitudinarias protestas antigubernamentales de las últimas semanas.
Según medios oficiales, Lukashenko, que debatió con los opositores durante cuatro horas y media en el centro de reclusión del KGB, quiere "escuchar la opinión de todos".
A la vista de una foto publicada por la prensa oficial, en la reunión participó el banquero Víctor Babariko, aspirante a la Presidencia encerrado en prisión en medio de la campaña electoral, y uno de los siete miembros del presídium consejo coordinador opositor, la abogada Lilia Vlásova.
Se desconoce si Lukashenko también departió o lo hará próximamente con una de las líderes del movimiento opositor, María Kolésnikova, acusa de poner en peligro la seguridad nacional después de negarse a ser expulsada del país tras ser secuestrada por las fuerzas de seguridad.
Además, la líder opositora en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, recibió permiso por primera vez en cuatro meses para hablar por teléfono con su marido, Serguéi Tijanovski, en prisión desde mayo pasado por organizar mítines opositores.
Tijanóvskaya, que mantiene que es la ganadora de las elecciones presidenciales del 9 de agosto y, por lo tanto, la legítima presidenta electa de la antigua república soviética, se reunió el martes en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, quien le ofreció su total apoyo.
Seguidamente, el Ministerio del Interior bielorruso declaró a Tijanóvskaya en busca y captura internacional.
Lukashenko se propone reformar la Constitución con el fin de resolver la crisis política en la que se encuentra sumido el país, aunque ya adelantó que apenas reducirá las facultades del presidente.
El opositor Pável Latushko, exministro de Cultura, tachó hoy dicha reforma de "imitación democrática".
"Esa reforma constitucional es una mentira. Las autoridades quieren prolongar su poder y hacernos olvidar las elecciones robadas", dijo.
La oposición mantiene invariables sus demandas de repetición de las elecciones presidenciales, el castigo de los altos cargos policiales implicados en la represión de las manifestaciones pacíficas y la liberación de todos los detenidos y presos políticos.
Además, el histórico opositor bielorruso, Anatoli Lebedkó, informó recientemente a Efe que la oposición ya ha iniciado la elaboración de una nueva Carta Magna que reducirá las facultades del jefe del Estado e instaurará un sistema electoral mixto.
