Lídia Jorge llama a las escritoras a ser sinceras con la vida
Lídia Jorge, la escritora portuguesa ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2020, llamó a las mujeres escritoras que sean sinceras con la vida, "enlacen con el dolor de su pueblo, con las historias de las mujeres de su pueblo y hablen de ellas de una forma sencilla, de una forma apasionada por sus sentimientos y sus sueños, no se dejen llevar por la superficialidad, ni por las circunstancias que no son importantes".
La autora de novelas, cuento, libros para niños, teatro, ensayo y poesía, que es considerada una de las voces más representativas de la literatura portuguesa posrevolucionaria, habló de sus primeros pasos como lectoras, de sus intereses literarios, de sus búsquedas narrativas, de la literatura de Juan Rulfo, Fernando Pessoa, Milan Kundera, y de su mirada ante el mundo actual durante la charla "Mil jóvenes con…", en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
"Nosotros mismos como escritores somos muchos o queremos serlo. Yo soy una escritora, soy una mujer, hablo como una mujer, pero cuando escribo no sólo quiero ser una mujer, quiero ser un hombre, un niño, una mujer muy mayor, un joven; quiero ser un animal… nosotros queremos ser las paredes de una casa, porque las paredes han visto muchas cosas, queremos ser las paredes para contar lo que han visto, los dramas y las tragedias, los sueños", afirmó la narradora desde la Universidade do Algarve, en Portugal.
Dijo que los escritores y la literatura cambian el mundo, pero no es de una forma veloz, más bien lentamente: "la literatura es una carta que se envía lejos, uno nunca sabe cómo la literatura cambia, pero lo hace". Agregó que hay autores que han cambiado el mundo y la sensibilidad con el amor y el razonamiento entre hombre y mujer.
Por ejemplo, Milan Kundera, quien aseguró "es un escritor que no está suficientemente galardonado y reconocido", pero que con sus libros ha explicado no solamente el mecanismo de las dictaduras comunistas de Europa, sino todas las dictaduras, ha ayudado a tirar el muro de Berlín, y ayudado a tirar muchas dictaduras; "Kundera ha ayudado a Europa a cambiar".
Y aunque señaló que no se puede medir cómo es que la literatura cambia el mundo, otros muchos escritores lo han hecho; en el caso de América Latina citó a Juan Rulfo con Pedro Páramo, el cual calificó como un libro maravilloso "que ha enseñado a la gente cómo la dictadura de un hombre ominoso en un lugar se convierte en símbolo de todos los hombres que son capaces de dominar una sociedad entera, que tiene tantos hijos que no los conoce; todo eso es realidad, existe, pero es ha sido denunciado de una manera mágica".
La narradora portuguesa confesó, ante mil jóvenes que estuvieron enlazados de manera virtual, que ella se hizo escritora porque quería cambiar las historias y se dio cuenta que con papel y lápiz podía hacerlo. Apuntó que "la principal es que en la literatura hay un mensaje de verdad; sobre todo los libros que son escritos con sentimientos fuertes, que enlazan con el prójimo, que al terminar la última página uno dice: 'esto es un acto verdadero'".
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