El Gobierno letón decidió este martes imponer un toque de queda entre las diez de la noche y las cinco de la madrugada para las fiestas de Año Nuevo, del 30 de diciembre al 4 de enero, y las Navidades ortodoxas rusas, del 8 al 10 de enero.
El primer ministro, Krisjanis Karins, anunció en una rueda de prensa estas medidas, junto con la extensión del estado de emergencia hasta el 7 de febrero, con el objetivo de atajar la propagación del coronavirus en el país báltico.
El toque de queda, el primero desde el de mayo de 1934, será implementado por las fuerzas de seguridad locales y nacionales, las fuerzas armadas y los agentes encargados de la seguridad fronteriza.
Las tiendas deberán cerrar como muy tarde a las nueve de la noche para dar tiempo a los últimos clientes y a los dependientes a regresar a sus hogares.
La decisión se tomó mientras las hospitalizaciones siguen aumentando en Letonia, que este martes anunció 858 nuevas infecciones en las últimas 24 horas y 25 muertos.
Letonia ha empezado a vacunar a su personal médico con la primera remesa de 9,750 dosis distribuida por la Unión Europea. Se espera que la próxima semana reciba 12,000 unidades más.
