La comunidad musulmana y las víctimas de la matanza cometida en 1995 en la ciudad bosnia de Srebrenica han boicoteado hoy la inauguración de un monumento de homenaje, en protesta porque el Ayuntamiento, controlado por los serbios, no reconozca que lo ocurrido fue un genocidio.
El alcalde de Srebrenica, el serbio Mladen Grujicic, declaró en la inauguración que el monumento es un mensaje de paz y convivencia y lamentó la ausencia de los representantes musulmanes en el Ayuntamiento.
El "Monumento a la Paz", instalado en el centro de la ciudad, representa un globo terrestre en el que hay cuatro niños dándose la mano.
El Ayuntamiento de Srebrenica, una ciudad en la República serbia que forma parte de Bosnia-Herzegovina, aprobó el año pasado la solicitud de levantar un monumento formulada por la Oficina del alto representante internacional en el país.
Sin embargo, los representantes musulmanes retiraron su apoyo al proyecto y las asociaciones de víctimas insisten en que no puede haber un monumento mientras los serbobosnios insistan en que la matanza fue un grave crimen pero no un genocidio, como sí ha reconocido la Justicia internacional.
Tras conquistar la ciudad de Srebrenica el 11 de julio de 1995, las tropas del general Ratko Mladic, jefe de las fuerzas serbobosnias en la guerra civil bosnia, asesinaron a 8,000 hombres y niños musulmanes.
La ciudad estaba entonces protegida por cascos azules holandeses de la ONU.
En el cementerio de Potocari, cerca de la ciudad, reposan los restos de 6.652 víctimas que fueron encontradas en diferentes fosas comunes.
La guerra civil de 1992 a 1995 en Bosnia-Herzegovina enfrentó a musulmanes, serbios y croatas.
Hasta ahora 47 personas, entre ellas Mladic, han sido condenadas a un total de 700 años de cárcel por genocidio y crímenes de guerra en Srebrenica.
