“No debe haber ninguna mujer o niños muertos, no debe haber violencia menos entre nosotros hijos de Dios, estoy llamado a cambiar las cosas, tenemos que hacer diferencia poner alto, ya no más violencia, no más muertes”, dijo el padre Adrián Longoria García
VERÓNICA PRECIADO/ REPORTERA
La iglesia católica manifiesta que la falta de respeto y amor a la familia, es la principal causa de que hoy en día se viva un panorama de violencia en todo el país.
Durante la misa dominical el sacerdote Claudio Adrián Longoria García, pidió a los fieles católicos a orar para cambiar las cosas.
“No debe haber ninguna mujer o niños muertos, no debe haber violencia menos entre nosotros hijos de Dios, yo que los domingos vengo a misa estoy llamado a cambiar las cosas, tenemos que hacer diferencia poner alto, ya no más violencia, no más muertes, si quieres que te defienda, defiende, si no quieres que te ofenda, no ofendas”.
Se están perdiendo los valores, en la familia no se está centrando el respeto, seguimos educando a pequeños “machitos” que tienen que ser violentos, hacerse valer por la violencia. Y a las señoritas las seguimos educando de manera indefensa, sumisa que digan si a todos, no se vale ni una cosa ni otra.
Más que centrarnos en los feminicidios, debemos centrarnos en toda la violencia que haya; porque tan importante es la vida de las mujeres, como la de los niños y de los hombres, dijo el sacerdote.
“A las familias que dejáramos las redes sociales y nos pusiéramos a educar a los hijos, a los papás que perdieron a sus hijos, con un like no les vas a regresar a su hija, tenemos que unirnos con oración. Que hay que defender a la mujer sin duda alguna, pero un día sin mujeres como que no va, que, si son importantes las mujeres, pero la violencia afecta a todos, habido tantas muertes de mujeres como de hombres y niños”.
Es necesario trabajar más los valores en la familia, es donde se da lo fundamental, educarnos en respetar la vida; en medio de toda la ola de violencia que se ha vivido, Dios nos dice ama a tu prójimo, no hagas a otros lo que no quieres que hagan a ti, concluyó.
