El Gobierno jordano anunció este lunes la suspensión de las clases y el cierre de las mezquitas y lugares de ocio por un periodo de dos semanas, después de que el país alcanzara su pico de contagios de la COVID-19 el domingo con 252 casos y dos muertes, las cifras más altas desde marzo.
En una declaración televisada, el ministro jordano de Educación, Taysir al Naimi, comunicó la suspensión de las clases en colegios públicos y privados durante dos semanas desde el jueves, debido al incremento de los contagios.
Esta decisión se produce tan sólo dos semanas después de que más de dos millones de niños volvieran a las escuelas, tras un parón de más de cinco meses por la pandemia.
De la medida quedan excluidos los estudiantes de los tres primeros cursos de primaria y será opcional que asistan a las clases de forma presencial o telemática, según el ministro.
Los padres decidirán si mandarlos al colegio y, en ese caso, el número de alumnos por aula no podrá ser superior a 20.
Por su parte, el titular de Asuntos Islámicos de Jordania, Mohamed Jalailah, informó del cierre de las mezquitas de todo el país durante el mismo periodo.
El ministro jordano de Medios, Amjad Adalieh, dijo en una rueda de prensa que "el Ejecutivo ha decidido adoptar estas medidas preventivas para evitar el cierre (total) del país" y acusó a la ciudadanía de ser "apática y temeraria" al no cumplir con los protocolos sanitarios.
Hoy se han contabilizado 214 nuevos contagios, lo que eleva el número total de casos de coronavirus en Jordania a 3,528, según el responsable de Salud, Saad Jaber.
Las autoridades impusieron un toque de queda total en el país el pasado 21 de marzo por un periodo de más de 50 días, siendo uno de los gobiernos que adoptó las medidas más estrictas en todo Oriente Medio.
