El Gobierno israelí detalló hoy las medidas que tendrán que seguir los colegios para reabrir sus puertas el domingo a los alumnos de entre seis y diez años, como inicio de un retorno progresivo a las aulas tras controlar la segunda ola de la pandemia.
El Gabinete del Coronavirus consensuó hoy la reapertura para los primeros cuatro cursos de primaria cuatro días por semana en grupos con un máximo de veinte estudiantes (24 de forma excepcional en áreas de baja morbilidad). Los pequeños deberán usar mascarilla, como todo el personal del centro, salvo en actividades físicas y durante la comida.
Los almuerzos se realizarán en zonas abierta y, si no es posible, los menores tendrán que comer en mesas individuales separadas, informó hoy la Oficina del Primer Ministro.
Los profesores podrán tener contacto, como máximo, con tres clases diferentes, excepto los de educación física, siempre que lleven la mascarilla y se mantengan a dos metros de los estudiantes en todo momento.
El Gabinete israelí dio luz verde esta mañana a la extensión del estado de emergencia por otros sesenta días, del 5 de noviembre hasta el 3 de enero, y advirtió de que "si la situación empeora, el proceso (de desescalada) se detendrá y se volverían a imponer las restricciones".
Hasta ahora, el Gobierno solo ha levantado algunas de las medidas más severas del confinamiento nacional, como la movilidad a más de un kilómetro del domicilio, la apertura de centros preescolares para menores de seis años y los negocios sin atención al público.
Esta tarde, los ministros volverán a reunirse para debatir si la segunda fase de la desescalada, que comenzó el 18 de octubre, debe avanzar hacia la reactivación de parte de la economía y pequeños comercios no esenciales, hasta ahora cerrados.
Decenas de pequeños empresarios protestaron hoy en Tel Aviv para exigir al Ejecutivo ayuda económica y compensaciones por el daño que ha causado el cierre nacional, el segundo en Israel.
El estricto confinamiento ha conseguido remitir la segunda ola, al pasar de 9.000 contagios diarios en los peores momentos a 688 de ayer, miércoles, pero el Gobierno intenta evitar una reapertura acelerada como la primera que se efectuó y que disparó las infecciones y llevó a alcanzar las peores cifras de contagios y muertes el pasado mes de septiembre.
