En lo que va del sexenio se ha registrado en promedio una toma clandestina por hora en sus ductos; de enero a agosto de 2020 ha habido 29 robos a pipas
El crimen organizado no da tregua a Pemex. Los saqueos a la red de ductos y los ataques contra las pipas de la petrolera para robarles gasolina y diesel siguen imparables, señalan cifras de la empresa productiva del Estado.
Información a la que tuvo acceso este diario muestra que el número de tomas clandestinas ascendió a 934 en agosto pasado, lo que significó el registro más elevado en lo que va de 2020.
En el acumulado del año, Pemex reportó 6 mil 739 perforaciones ilegales y en lo que va de este gobierno federal la cifra llega a casi 20 mil, lo que significa un promedio de 1.1 piquetes por hora.
El sitio predilecto de los huachicoleros para sustraer combustibles es Hidalgo, seguido de Puebla, Guanajuato, Estado de México, Querétaro y Tamaulipas.
Pero el asedio del crimen organizado no sólo se remite a perforaciones ilegales. Otro modus operandi para robar gasolina y diesel es a través del ataque contra pipas. De enero a agosto van 29 y si se suman los registrados en esta administración la cifra se eleva a 128.
Este delito le costó a Pemex la pérdida de un millón 162 mil 254 litros de gasolinas y diesel.
Pese a la estrategia del gobierno federal para combatir el robo de combustible, por estos delitos pocas personas están en la cárcel, de acuerdo con los datos de la Dirección Jurídica de Pemex.
Entre enero y agosto de 2020 se detuvo a 46 personas por el ilícito; sin embargo, sólo 13 fueron encarceladas, lo que significa que apenas tres de cada 10 individuos aprehendidos por hurtar combustibles automotores pisaron la prisión.
