Las denuncias se han registrado en Cuauhtémoc, Cuajimalpa, Tlalpan e incluso en el sistema penitenciario capitalino y en el Poder Judicial.
Presuntos integrantes de La Unión Tepito intentaron extorsionar a un funcionario de primer nivel de la alcaldía Cuauhtémoc, a través de una serie de llamadas y mensajes vía WhatsApp y en sus redes sociales.
Los criminales le exigían, a cambio de no atentar contra su familia, la cantidad de 200 mil pesos, y como parte de las amenazas le decían que sabían quién era, a qué se dedicaba y tenían bien ubicados a sus hijos.
En un principio el funcionario, adscrito a la Jurisdicción Sanitaria de la demarcación antes mencionada, hizo caso omiso a las amenazas; sin embargo, éstas continuaron y fueron escalando de nivel.
La última, que recibió el jueves pasado, lo alertó, pues incluían imágenes de algunos de sus familiares, por lo que de inmediato se comunicó con las autoridades, quienes lo asesoraron y resguardaron a su familia.
Con las investigaciones se ubicó el teléfono celular, con el que se hacían las amenazas, en las inmediaciones de la colonia Morelos, incluso, según datos proporcionados por el Consejo Ciudadano, el mismo número fue utilizado en al menos una ocasión para cometer extorsión y fraudes.
Consta en la carpeta de investigación FICUH/CUH-3
/UI-3 S/D/00040/07-2020 que, debido a la relevancia del caso, el expediente fue turnado a la Fiscalía Antisecuestro (FAS), al tiempo que el funcionario reforzó su seguridad personal.
La víctima dejó en claro que no tiene relación con los delincuentes ni con La Unión Tepito, por lo que pidió que se investigue al personal que trabaja con él.
Agentes de investigación han detectado un incremento en las extorsiones y amenazas a funcionarios, luego del atentado que sufrió Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana capitalino.
Los delincuentes, aparentemente, y sin que tengan relación con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), están usando como ejemplo el atentado al jefe policiaco para intimidar a sus víctimas.
Las denuncias se han registrado en Cuauhtémoc, Cuajimalpa, Tlalpan e incluso en el sistema penitenciario capitalino y en el Poder Judicial.
