CIUDAD DE MÉXICO, julio 7 .- Con la muerte de Ennio Morricone no sólo se cierra una página importante en la historia de la música, sino también del cine ya que, en sus más de 500 piezas para bandas sonoras como "Los intocables", "Cinema Paradiso", "El bueno, el malo y el feo", logró crear obras maestras que no sólo recrearon atmósferas sonoras inolvidables, sino también definieron épocas dentro del séptimo arte.
Una de las muestras indiscutibles de este legado, se dio por su mancuerna con el cineasta Sergio Leone, un amigo de su juventud y que lo invitó a realizar la música de una película que trabajaba "Un puñado de dólares" (1964), esta sería la primera parte de una trilogía que definió el llamado "spaghetti western" y que le dio un nuevo impulso al cine del viejo oeste; le siguió "Por unos dólares más" (1965) y "El bueno, el malo y el feo" (1966), cuya musicalización incluyó desde una orquesta hasta el uso de silbidos.
En 1988 de la mano de otro gran director Giuseppe Tornatore crearon una gran película que marcó un renacer del cine italiano de la época, "Cinema Paradiso". La crítica la cataloga como una carta de amor al cine, debido a que cuenta la historia de la amistad de un niño con el proyeccionista del cine ubicado en la plaza del pueblo de Giancaldo, Sicilia, justo después de la Segunda Guerra Mundial. La música que Ennio, junto a su hijo Andrea, creó para este film, es una de las más aclamadas del cine europeo hasta el día de hoy.
Pero si de crear ambientes siniestros y oscuros hablamos, Morricone fue un maestro en la materia dentro del género llamado cine giallo (suspenso, terror, policiaco y thriller); sus trabajos más notables los logró colaborando con el director italiano y experto en el tema Dario Argento, con el que creó otra trilogía, "El pájaro de las plumas de cristal" (1970), "El gato de las nueve colas" (1971) y "Cuatro moscas de terciopelo gris" (1971). Ya en Hollywood también creo este tipo de melodías para filmes como "El exorcista 2: el hereje" (1977), "La cosa del otro mundo" (1982), "Lobo" (1994), por mencionar algunos.
En una entrevista para la revista "Life and Style" en 2016, el músico explicó que no tenía una fórmula para crear sus piezas musicales, pero si se trata de música para el cine, siempre buscaba estar en la misma sintonía del director, para darle lo que exactamente quería.
"Cuando escribes una banda sonora eres responsable frente al director. Hay algunos que están listos y otros que tienen miedo de que la música se vuelva más importante que la película. Por eso, aunque la música sea fácil, pueden surgir problemas que hagan que el trabajo se vuelva complicado.
Mi objetivo no es sólo hacer algo que me guste a mi, sino que se ajuste a lo que el director quería cuando me busco. Muchas veces cuando un director me llama y le digo que no, es porque no estoy seguro de que voy a tener todo el tiempo necesario para ocuparme del proceso en su totalidad. Nunca delegaría una parte en otro músico. Es una cuestión de responsabilidad moral y de dignidad profesional. Quiero ocuparme de todo porque en eso consiste mi trabajo", señaló Morricone en dicha entrevista.
Tal vez por eso se molestó tanto cuando Quentin Tarantino ocupó algunas de sus piezas para "Bastardos sin gloria" (2009) y "Django sin cadenas" (2012) sin avisarle, algo que el italiano tomó como una falta de respeto, pero en 2015 trabajarían juntos en el film "Los ocho más odiados", un film western que combina el misterio y la comedia negra. Este trabajo le dio su primer Oscar al compositor, después de seis nominaciones, además de un Globo de Oro y un BAFTA ese año.
Su trabajo no sólo dejó huella entre los cinéfilos, también influenció a muchos músicos como Metallica, Muse, Bruce Springsteen, Quincy Jones, Roger Waters, Morrissey, Radiohead, por mencionar algunos; Ennio Morricone consideró que su trabajo pudo conectar con muchos artistas debido a que también sabía sobre música pop, cuando en sus inicios trabajó para RCA haciendo arreglos para muchas canciones que fueron un éxito entre la década de los 50 y 60.
También tuvo un breve paso por el futbol, cuando le fue encomendado el himno del Mundial Argentina 1978, el cual tenía una duración de un poco más de tres minutos, básicamente era un tema instrumental y que no tuvo tanta popularidad, por lo mismo es de los pocos trabajos de este músico que pasaron al olvido.
Entre los premios que obtuvo a lo largo de su carrera están, los dos Oscares uno por trayectoria en 2007 y el otro por "Los 8 más odiados", el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2020, dos premios Grammy, tres Globos de Oro, cinco BAFTA, diez David de Donatello, once Nastro d'argento y el Premio de Música Polar en 2010, considerado este último como el Nobel de la música. Recibió 27 discos de oro y siete discos de platino. Actualmente cuenta con más de dos millones de oyentes mensuales en la plataforma de streaming Spotify.
Visitó México en 2008, Ennio Morricone realizó una presentación especial en el Auditorio Nacional junto a la Orquesta Roma Sinfonietta y el Coro de México. El repertorio de la gira Musica per il Cinema incluyó piezas de las películas "El bueno, el malo y el feo" (1966), "La Misión" (1986), "Los intocables" (1987) y "Cinema Paradiso" (1988). En ese mismo año, Morricone recibió un galardón de las Lunas del Auditorio en la categoría Espectáculo clásico.
