El Regidor Pedro Magaña Huitrón, quien el sábado pasado participó en el combate al incendio que ocurre en el Cerro de la Gloria y que ayer se cumplieron 5 días de estar activo, relata la historia del caracol
DOLORES GUERRERO/REPORTERA
A 800 metros de altura, en medio de intensas llamas, matorrales quemados, sucedió el milagro del caracol, una pequeña concha sobresalía en medio del pastizal quemado…parado sobre una roca, inmutable, pequeño, ¡frágil pero vivo!.
Así lo relató el Regidor Pedro Magaña Huitrón, quien el sábado pasado participó en el combate al incendio que ocurre en el Cerro de la Gloria y que ayer se cumplieron 5 días de estar activo.
“Soy brigadista, formo parte de un grupo de personas que nos gusta explorar el Cerro de la Gloria, ocasionalmente acampamos y cuando hay un siniestro como el incendio somos voluntarios de las brigadas de CONAFOR”, explicó el funcionario.
Señaló que el sábado pasado tuvo la oportunidad de acudir a trabajar en la construcción de caminos rompe brecha que tiene la finalidad de hacer un cerco al fuego para poder extinguirlo.
Me tocó tomar algunas fotos cuando vi el pequeño caparazón, “me partió el alma verlo tan frágil, tan pequeño en medio de todo lo devastado, me dio mucha tristeza al tomarlo y ver por debajo que estaba cocido”.
Pensé en la fragilidad de su vida, indefenso pues avanzan muy lentamente, quizás sintió el peligro y quiso avanzar pero no pudo, pensé mucho en eso y recordé el desastre en Australia como murieron cientos de animalitos que no pudieron huir del fuego, relató el regidor.
Decidió guardar la conchita en su bolsa y llevarlo a casa con la esperanza de que pudiera hacer algo por el pequeño animal, “en una cajita, le pusimos agua y hojitas de lechuga, horas más tarde, medió mucha alegría ver como el pequeño caracol salía de su caparazón a refrescarse y comer”.
Es un animal muy pequeño, pero en este mundo, salvar una vida por pequeña que sea, siempre es satisfactorio y me siento muy dichoso de haber presenciado el milagro de la vida del caracol que sobrevivió al infierno del cerro, ese caracol es un milagro, concluyó Magaña Huitrón feliz de ver al animalito vivo.
