Es sin duda el retorno de la temporada
Estados Unidos. Pasó de ser un sólido quarterback a luchar por su vida hace dos años. Parecía que su carrera había terminado hasta que logró un increíble retorno a la NFL hace unas semanas.
El lunes pasado este regreso alcanzó tintes épicos al guiar a Washington a quitarle lo invicto a los Acereros de Pittsburgh. Y es que cada vez que Smith entra a jugar al emparrillado podría considerarse un milagro.
El domingo 18 de noviembre del 2018, el mariscal de campo de los entonces llamados Pieles Rojas sufrió una captura, dos defensivos de los Texanos le cayeron encima y Smith sufrió una fractura de tibia y peroné en su pierna derecha.
De inmediato fue sometido a una cirugía, pero el problema es que para el miércoles y jueves siguientes las complicaciones llegaron a un punto en que los médicos ya estaban luchando por su vida como prioridad.
Se le había desarrollado una infección en la pierna operada y se vieron en la necesidad de realizarle varias cirugías quitando mucha piel y tejido muscular. Los doctores harían todo lo posible para salvarle la pierna. ¿Volver a jugar? Sería un sueño.
La incertidumbre de la esposa de Alex, Elizabeth, llegó al punto en que le preguntó a la doctora del equipo, Robin West, si sería mejor cortarle la pierna y asegurar que el jugador saliera vivo del hospital.
"Estamos haciendo lo mejor posible, ahora mismo nuestra prioridad es salvar su vida, después haremos lo posible por salvar su pierna. Algo más allá de eso es un milagro", le respondió West, de acuerdo a un video especial de ESPN.
Las imágenes de su pierna en la que se le podía ver hasta el hueso eran espeluznantes. No menos impresionante se veía al iniciar su rehabilitación, en la que los injertos y la protección que tenía hacían que cualquier persona dudara que siquiera volviera a caminar normal.
Tras 17 cirugías y una rehabilitación de casi año y medio, Alex fue autorizado por los doctores para volver a entrenar.
Sin embargo, fue hasta agosto cuando Washington activó a Smith, pero no entrenaba al mismo ritmo que sus compañeros.
Alex todavía tiene que usar un aparato ortopédico especial de titanio para proteger su pierna tras la fuerte lesión.
El pasado 11 de octubre, en el duelo contra los Rams, Smith salió como suplente del quarterback Kyle Allen, quien tuvo que salir por lesión y Alex entró a un partido por primera vez desde noviembre del 2018. Completó 9 de 17 pases para 37 yardas.
Washington perdió 30-10. Sufrió seis capturas, pero el mariscal de campo incluso disfrutó la primera de ellas: "El primer golpe se sintió bien. Fue bueno saber que estás bien", expresó Smith después del partido. "Al salir, fue agradable quitarse las telarañas, por así decirlo".
Fue hasta el 8 de noviembre cuando volvió a ver acción. Allen salió otra vez lesionado (esta vez se perderá el resto de la temporada) y Smith entró y lanzó para 325 yardas, con un pase de anotación y 3 intercepciones. Su equipo cayó 23-20 contra Gigantes.
