Moises Santiago H. / El Tiempo
Mineral de Palaú, Coah.- No hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla, tras lo anunciado sobre el cierre de la Mina VI del grupo empresarial Minera del Norte filial de MIMOSA llego el momento de hacer, los trabajos finales y los sentimientos encontrados, la tristeza y llanto sacaron lagrimas a quienes entregaron su vida a esta noble labor en las entrañas de la tierra.
Más que una historia que contar esta vez es una cruda realidad para quienes se quedan sin empleo y sin esperanza en medio de una crisis económica y una contingencia por el Coronavirus que ha afectado tanto la economía mundial como la salud de la humanidad.
Les cuento lo que nos relató Antonio Gerardo Mireles Castro quien entregó 18 años de su vida a esta mina conocida como Mina VI, anclada entre el Mineral de Palaú y la Villa de San Juan de Sabinas ahora será un testigo mudo de lo que un día fue un lugar de trabajo.
Para Gerardo Mireles su experiencia de 24 años de minero lo ha dejado con anécdotas e historias que contar pero esta vez ver como terminó un momento de su vida al cerrar la bocamina de lo que fue su segundo hogar le llenó los ojos de lágrimas y con un nudo en la garganta nos comparte sus sentimientos para el periódico El Tiempo.
“Me siento muy feliz, por haber pertenecido a la comisión de seguridad tuve una gran satisfacción el pertenecer a ustedes los de mina seis hubo muchos que me apoyaron y otros que no pero de igual manera creo que hice mi trabajo bien puse todo de mi parte y muchos lo saben,( con lágrimas en los ojos), y pos ya se cerró este periodo y no ay más que agradecer el apoyo que sentí de todos mis compañeros espero vernos pronto en otra mina o en otro lugar saben que soy sincero en todo, (sollozando) y pos a darle con ganas pal sierre, animo compañeros, así lo dijo mientras realizaba los últimos trabajos del cierre de la bocamina y los ductos desgasificadores.
El pasado domingo fue su ultimo día junto a 25 de sus compañeros que acudieron a su turno normal para hacer los trabajos indicados para dar por terminado un capitulo más a la historia de un minero, dijo en entrevista telefónica para El Tiempo “Puros buenos recuerdos van a quedar, sentimientos encontrados y momentos inolvidables”
Nos comentó que en cuanto a la liquidación hasta el momento se han iniciado las negociaciones con una serie de peticiones en bien de los trabajadores y el mismo forma parte de la comisión a cargo por lo que está peleando porque se respeten los derechos de sus compañeros y que se haga el recuento del salario tabulado para que puedan recibir una terminación digna.
Tras señalar que los recuerdos siguen a flor de piel el deseo de Gerardo es seguir trabajando por lo que piden que lo reubiquen en otra mina por el bien de su familia para poder seguir llevando el sustento a su casa, de otro modo instó a las autoridades a buscar mayor generación de fuentes de empleo diversificadas que no dependan del carbón para que exista mayores oportunidades para todos los ciudadanos.
Tras señalar que es posible que no encuentre trabajo en la región dijo; He aprendido a subsistir con otro tipo de negocio, hace tiempo aprendí hacer la nieve de garrafa podría vivir de esto pero la situación actual de la contingencia por el COVID-19 es un enemigo que no nos dejara trabajar y de algo tenemos que vivir, la última opción que tengo es irme a trabajar a las minas de plata y de plomo en la sierra de la Encantada aunque sé que existe un gran riesgo por la absorción de metales dañinos para la salud, pero ni modo todo sea por tener el sustento diario.
Así se cierra un capítulo de una historia de un minero que deja en las entrañas de la madre tierra una vida entera y ahora solo la ilusión y la esperanza lo acompañaran en busca de una nueva oportunidad para escribir una nueva historia en su vida.
