Varias de las principales organizaciones de la sociedad civil tunecina criticaron hoy con dureza al primer ministro, Hichem Mechichi, después de que este vinculara migración y terrorismo en unas controvertidas declaraciones a la televisión francesa.
Mechichi, que se encuentra de visita oficial en ese país, concedió una entrevista al canal France24 en la que afirmó, asimismo, que todos los tunecinos que representan una amenaza para Francia deberían regresar a casa, palabras que también han desatado el malestar de partidos de la oposición y organizaciones locales de defensa de los derechos humanos.
En respuesta, el partido Corriente Democrática, uno de los más representativos de la Cámara, advirtió este viernes de que la intervención de Mechichi fue "vergonzosa" y pidió al primer ministro que se disculpe por unas palabras que legitiman la retórica europea de extrema derecha y ayudan a espolear la islamofobia y el estigma de los migrantes tunecinos en Europa
En la misma línea se pronunció Mongi Rahoui, el presidente del Partido Unificado de los Patriotas Democráticos, quien instó al primer ministro a pedir perdón a las miles de familias que han visto como sus hijos han sido abocados a la migración a causa de la grave crisis económica que sufre el país, similar a la padecía en los meses previos a la revolución de 2011.
Las críticas coincidieron este viernes en una importante manifestación convocada por el principal sindicato local, la UGTT, a la que acudió la mayor parte de la sociedad civil, para denunciar la situación de conflicto político que atraviesa Túnez, único país que ha logrado una transición política exitosa de todos los que hace una década se vieron sacudidos por las llamadas "primaveras árabes".
Y con otra que el jueves recordó la figura de Mohamad Bouaziz, el joven vendedor ambulante de fruta de 26 años humillado por la policía que diez años atrás se quemó a lo bonzo frente al ayuntamiento de la localidad meridional tunecina de Sidi Bouzid y que con su acto de protesta desesperado encendió la chispa que desató las "primaveras árabes".
La crisis económica ha hecho que diez años más tarde la migración, ya sea regular o irregular, sea uno de los objetivos principales de los jóvenes tunecinos, que esté año han recurrido ampliamente a los viajes irregulares a través de la ruta del Mediterráneo Central, la más mortífera del mundo.
