El joven de 18 años era buscado en varios estados del país y el extranjero; se ofrecía recompensa de 1 millón de pesos para su captura
CIUDAD DE MÉXICO.- La tarde de este miércoles, el fiscal de Michoacán informó en su cuenta de Twitter la detención de Diego Urik "N", presunto asesino de la joven de 21 años Jessica González Villaseñor.
"Informo que hace unos momentos personal de la Fiscalía de Michoacán detuvo a Diego Urik 'N', probable responsable del feminicidio de Jessica", informó Adrián López Solís, el fiscal del estado.
"En estos momentos se realizan los trámites para ponerlo a disposición del Juez de Control que lo reclama. Mantenemos firme nuestro compromiso de que se haga justicia", finalizó en su mensaje.
Jessica fue reportada como desaparecida desde el pasado 21 de septiembre, fue hallada muerta el viernes, informó la Fiscalía General de Michoacán. Su asesinato causó conmoción en redes sociales, donde se invitaba en múltiples publicaciones a denunciar el paradero del posible sospechoso por el feminicidio, quien ahora fue detenido.
Además, en la ciudad de Morelia se realizaron en últimos días diversas manifestaciones para exigir que se hiciera justicia por el asesinato de la joven maestra. Al respecto, el Instituto Nacional de Migración había informado que en colaboración con la Fiscalía General del Estado (FGE) de Michoacán y con la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), emitió una para evitar la posible salida de México de Diego "N". Además, la FGE también ofrecía una recompensa de 1 millón de pesos a quien proporcionara información para lograr su captura.
Jessica González fue vista por última vez por sus familiares el pasado 21 de septiembre; cuatro días después fue encontrada muerta en una zona boscosa de Morelia. La licenciada en educación presentaba golpes en la cabeza que le provocaron una hemorragia, lo que le costó la vida.
Para su hermano Cristo Adán González Villaseñor, la joven originaria de la ciudad de Morelia era muy humana; le gustaba ayudar y ver por los demás. "Era la persona más humana; una mujer muy inteligente; muy luchadora por sus ideales; pero sobre todo muy preocupada por toda la sociedad", enfatiza. Jessica tenía 21 años de edad y era recién egresada de la licenciatura en Educación por el Colegio Salesiano Anáhuac y acababa de ganar el concurso para una plaza de docente.
Justo cuando se titula, lo primero que dice es que confiaba en que Dios le iba a mandar las palabras correctas para poder transmitirlas a sus alumnos. "Ella confiaba mucho en que su profesión era la correcta y que a través de su voz, poder cambiar a las personas, a través de los niños pequeños", revela Cristo Adán. Cristo cuenta que su hermana era muy alegre y le gustaba la música de banda, aunque no concordaba mucho con su perfil. Siempre y en todos lados cantaba. A Jessica le gustaba todo tipo de comida y entre más picosa mejor, platica su hermano, quien la recuerda como una mujer extraordinaria y ejemplar.
