La mujer llegó en estado de ebriedad y habló con su madre, despidiéndose pero nunca pensó que perdiera la vida
“Te quiero mucho mamá nunca lo olvides ya no quiero ser una carga más para ti”, fueron las últimas palabras que mencionó una mujer que decidió acabar con su vida la madrugada de ayer al colgarse de la rama de un árbol, en el patio de la casa de su madre, ubicada en la calle 13 de la colonia Hipódromo.
“Ella llegó en estado de ebriedad como a las 2:00 de la mañana y fue lo que me dijo, yo solo le respondí que no era ninguna carga para mí que yo la amaba mucho”, así lo dijo con llanto en sus ojos la madre de la suicida, quien postrada en una silla de ruedas fue entrevistada por las autoridades.
“Tenía menos de 10 días que se había venido a vivir aquí conmigo, por qué me dio esta gran pena que jamás olvidaré” finalizo la afligida mujer.
Fue minutos antes de las 9:00 de la mañana, cuando una de las hijas de la señora Leticia Zacarías Reina, fue a visitarla por la mañana con una sonrisa en los labios, al caminar al cuarto de su hermana, quien en vida llevo por nombre Silvia Mesta Zacarías de 44 años no la vio, cosa que no se le hizo raro, al salir por la puerta trasera se llevó la mayor sorpresa de su vida.
La encontró colgada con un cable de la luz eléctrica color negro que había atado a la rama de un árbol y el otro extremo a su cuello. Con gritos desesperados la mujer fue en busca de su esposo, Andrés Ignacio Escobedo Medellín, quien al ser enterado del lamentable suceso, corrió y descolgó a la mujer, cortando el cable con un cuchillo para depositar la sobre el suelo con la esperanza de que aún contara con un hilo de vida.
Lamentablemente a la llegada de los socorristas de Cruz Roja, corroboraron que la femenina ya había fallecido, procediendo a dar parte a elementos municipales, quienes tomaron conocimiento de primera instancia, mismos que avisaron a sus homólogos de la Fiscalía General del Estado, para que dieran fe y ordenar el levantamiento del cuerpo.
Según versiones de doña Leticia Zacarías madre de la difunta, argumentó que su hija tenía varios meses sin poder conseguir empleo, y que sufría económicamente, por lo que los últimos días de su vida, se la paso ingiriendo bebidas alcohólicas.
Una vez realizado las diligencias correspondientes, se trasladó el cuerpo a una funeraria local, a la espera de que se le practicara la necropsia de ley por parte del médico legista y así determinar las causas de la muerte.
