Descobijados y sin infraestructura
Antier en su mañanera, nuestro queridísimo Presidente Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer el Plan de Inversión Pública el cual tiene un valor total mayor a los 297 mil millones de pesos.
Este plan consiste en la inversión de la iniciativa privada para llevar a cabo 39 proyectos en diferentes sectores, los cuales reactivarán la economía al dar empleo y generar flujo de efectivo en el país. ¿Qué padre, no?
Ya hacía falta algo de esto por parte del Gobierno Federal, un empujoncito a la economía nacional, un apapacho a la golpeada situación de todo el país, un curita a todos los Estados de la República…
Bueno, a casi todos, porque Coahuila y Durango parece ser que forman parte de un país nuevo y autónomo, ya que en estos planes nomás no fueron involucrados. ¿Será que ya también nos compró Estados Unidos y por eso fuimos excluidos? ¿O al jefe del ejecutivo se le olvidaron dos de los Estados más grandes del país?
Con esto de que los recursos federales se han visto mermados en los últimos años para estas entidades, las crisis de empleo en empresas que no pueden laborar y que (para no variar) están limitadas por la instancia también Federal y la poca atención que se tiene para el norte del país, parece que ya no somos mexicanos.
¿Pues qué le hicimos los de a pie, Don Obrador? Entiendo que esté enfurecido con Ancira por no involucrarse en la campaña de su camino a la presidencia de México, pero ¿qué culpa tiene uno?
Tal parece que a la Federación le caemos mal (muy mal) y nos hacen el feo cada que la situación lo permite, tratándonos con el látigo de su desprecio. No hay qué ser.
Al respecto, el Gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís lamentó lo sucedido porque ya hasta había comentado de esa inversión a los Coahuilenses; lo que no les contó es que para ellos no habría nada qué ver, ni disfrutar.
Así mismo, reiterando su molestia, argumenta que ya no se le puede dar otra vuelta al cinturón, refiriéndose a la situación que vive Coahuila, lo cual es totalmente cierto. Y que por medio de los municipios y la iniciativa privada contrarrestará estos golpes a la inversión en el Estado.
Ahora sólo queda que estas alianzas e inversiones prometidas por el Gobernador no queden en el reclamo hacia AMLO, porque ya vimos que con reclamos o sin ellos, no va a cambiar de opinión. Y si no me cree, estimado lector, ahí está el tema de AHMSA, que por más presión que se le dio al presidente, hasta el momento no ha dado su brazo a torcer, aún cuando el empleo es más necesario que nunca; 200 millones de dólares primero, o nada.
Ojalá el Gobierno de Durango estructure también un plan de acción contra estas faltas de inyección económica que definitivamente nos dejan a la mano de Dios. Aunque para eso somos del Norte, y el norte está arriba ¿qué no?
Gobernados por caprichos
Sobre todo, esto el Alcalde de Torreón, Jorge Zermeño Infante, se pronunció diciendo que el país no puede estar gobernado por caprichos de manera centralizada; lo anterior argumentando que los recursos federales son de todos, por lo cual deben distribuirse equitativamente y en pro de las necesidades principales del país, pero sin dejar de lado a dos de los Estados que más aportan recursos a la Federación.
Definitivamente será un duro golpe para la nueva generación de empleos tanto en Coahuila, como en Durango. A lo que se ve, el centro y sur del país están más necesitados que nosotros los norteños, así que nos toca echarle más ganas para salir adelante solitos, porque por medio de recursos federales, nanais.
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