DE COSAS VARIAS Jari Jones
Por: Luis Rodríguez
Jari Jones
¿Quién es Jari Jones y por qué es el tema de estos días en las redes sociales?
Pues porque resulta que la prestigiosa marca de ropa Calvin Klein eligió a una persona transgénero para su campaña de publicidad en medio de la celebración del mes LGTBIQ+.
Esto no es para nada nuevo en la firma, ya que desde hace tiempo ha tratado de romper estereotipos al ser incluyente con todos los géneros argumentando que sus prendas son para el grueso de la gente, es decir, para la gente común y corriente, no sólo para las modelos fitness que regularmente tienen como imagen la mayoría de las marcas.
Entonces ¿dónde está la novedad?
En que además de ser una modelo y actriz transgénero, es de tez negra y de tallas extras, lo cual fue aplaudido por muchos, pero rechazado por otros más. Es aquí donde comienza el revuelo.
Internet se plagó de ‘memes’ con respecto al tema para bien o para mal y me parece que, desde ahí, aún cuando no fuera el enfoque de la marca, ya logró captar la atención de muchos posibles compradores.
Pero, veamos, por un lado, están los que apoyan la iniciativa a capa y espada. Por otro, quienes no aceptan que una persona ‘diferente’ sea la imagen que quieren ver. Y es entonces donde los estereotipos sí que se ven marcados en nuestra sociedad.
En la opinión de un servidor ambos grupos, digamos ‘radicalistas’, tienen algo de culpa en que el tema se vea desvirtualizado y canalizado hacia una dirección que no era la planeada.
Tenemos que ser realistas en el aspecto de que, por lo menos en México, la apertura hacia este tipo de temas es reducida y lo acabamos de demostrar como sociedad al viralizar la nota más por el lado negativo que por lo que pretende la campaña.
Los temas tabú en México son muchos y siempre nos dejan mal parados frente a otros países porque al final nada nos gusta.
Probablemente el estar en desacuerdo con tal o cual cosa pretende sólo llamar la atención, ya que una opinión y sobre todo una crítica, debe tener fundamentos.
Y la contraparte: el estar de acuerdo con algo tampoco es motivo para comenzar una guerra contra los que no, desgarrándose las prendas porque los demás son intolerantes.
A ese círculo vicioso es al que quería llegar, porque entonces la intolerancia es de ambos grupos y lejos de fomentar el respeto a las ideas de los demás, estamos propiciando que dicho círculo entre en un ciclo sin fin.
La idea no es dejar que nos implanten una idea diferente a la que ya tenemos, porque el uso de la razón nos hace discernir (o al menos es lo que se espera de un ser humano en pleno uso de sus facultades).
No está mal que pensemos diferente. No está mal incluso que algunas cosas no sean de nuestro agrado aún cuando la tendencia de la mayoría va hacia ese camino.
No está mal que tengamos tanta diversidad, pues… pero tampoco tiene por qué gustarnos forzosamente. El detalle es no caer en el fanatismo, independientemente del lado de la moneda que estemos viendo o por el cual apostemos.
Siempre se disfruta una buena charla cuando las opiniones de cada uno son diferentes y al final los involucrados se enriquecen con puntos de vista que tal vez no habían considerado.
Una cosa es defender un punto, una ideología, un pensamiento y otra es querer que los demás piensen de la misma manera que uno… ahí seguimos.
Pero volviendo al tema de Calvin Klein y Jari Jones: ¿está bien o no? Yo digo que vive y deja vivir...
Twitter: @rockrdz
E-mail: [email protected]
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