CFE y la Carbonífera
Coahuila, pero sobre todo la Región Centro y Carbonífera del Estado se han visto afectadas económicamente con el tumulto de situaciones que han surgido a lo largo del último año.
Además del congelamiento de cuentas de AHMSA que produjo un paro inminente en las relaciones comerciales de dicha empresa con sus proveedores (muchos de ellos locales), en semanas anteriores CFE dio por terminado de manera unilateral el contrato multianual que tenía con MICARE, empresa relacionada estrechamente con Altos Hornos.
Esto de inmediato encendió las alertas, sobre todo de los productores independientes del también llamado oro negro, debido a que las familias de esta región del estado por lo general se mantienen de la actividad minera.
Luego de muchos dimes y diretes en los que se vieron involucrados tanto el jefe del ejecutivo, como el gobernador del estado y el Secretario General del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Conexos, el día de ayer se destapa la noticia por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que se reactivará la compra de carbón en Coahuila por 2 millones de toneladas; noticia que para muchos fue un respiro.
Sin embargo, el anuncio que hasta el momento se dio no incluye a MICARE como empresa proveedora del combustible fósil.
Ya desde 2018, la compra de carbón por parte de la CFE se había visto mermada y fue cuando surgió la llamada Rebelión del Carbón, la cual exigía mediante marchas al Gobierno Federal que se reactiven las compras.
Marchas sin mucho foco las cuales pasaron prácticamente desapercibidas… hasta hoy.
El jefe del ejecutivo no tuvo más opción que tomar cartas en el asunto, ya que hace algunas semanas había ‘prometido’ llegar a la mejor de las soluciones, cosa que hasta el momento tendremos que esperar a ver.
¿Hacia dónde estamos mirando entonces?
El comunicado que la CFE emitió deja en claro que los beneficiados serán los micro, pequeños, medianos y grandes productores independientes de carbón en la zona, no así la empresa que al parecer tiene pleito casado con el ámbito Federal.
Dos millones de toneladas de carbón al año es lo pactado, que se traducen en más de 2 mil millones de pesos, al parecer divididos entre las 75 empresas que cumplieron con los requisitos solicitados.
La pregunta real será si los productores de la región tendrán la capacidad suficiente de abastecer esta cantidad de oro negro a la CFE, sin la ayuda de una de las más grandes empresas mineras como lo es MICARE, quien presume de producir más de 7 millones de toneladas al año.
Sinceramente se antoja poco probable, ya que las medidas de seguridad de muchos de los mineros que se dedican a este ramo no cumple con los estándares necesarios para trabajar.
En ese contexto, habrá muchos “coyotes” del carbón que, al encontrar un “pocito” intentarán sacar provecho de el, incluso cuando el riesgo para los trabajadores que contraten sea el más alto.
Lo anterior con la necesidad de satisfacer la demanda que en teoría deberán cumplir entre micro y pequeños productores con más de un 73% de esos 2 millones de toneladas anuales.
Está ‘bien’ que el Gobierno Federal quiera evitar intermediarios para beneficiar al productor directo, pero ¿será que ese haya sido el motivo de su decisión de cortar de tajo el contrato ya establecido con MICARE?
¿Será?
Y más aún: ¿podrá?
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