La vieja normalidad apareció en una nueva edición del Clásico Tapatío. Hasta en pretemporada, Chivas demostró ser más que Atlas, así como en los últimos tiempos entre ambos.
El Rebaño Sagrado le dio seriedad a la primera jornada de la Copa por México, mientras que los rojinegros lo usaron de experimento y lo pagaron caro.
A José Juan Macías no le afectó el parón y demostró que sigue encendido al abrir el marcador, mientras que Jesús Angulo puso el segundo para el 2-0 final.
Guadalajara inició con el pie derecho y no quiere ninguna distancia en su objetivo de ser protagonista, mientras que Atlas sigue sin reaccionar.
El estadio Akron abrió sus puertas 112 días después y fue para la edición número 234 del Clásico Tapatío.
Guadalajara y Atlas demostraron que en este tipo de encuentros no hay amistosos ni juegos de pretemporada. La pasión de ambos se vivió al límite en la grama del recinto vacío.
Los rojiblancos salieron con cuadro de lujo, mientras que los Zorros lo hicieron con varios novatos de La Academia. El técnico Luis Fernando Tena no especuló y mandó al cuadro con el que terminó el suspendido Clausura 2020, sólo con la novedad de Jesús Angulo por Eduardo López. Esa apuesta novedosa le funcionó al Flaco a la perfección y puso contra las cuerdas a su homólogo Rafael Puente, en el otro banquillo, quien realizó varias modificaciones y experimentos en su cuadro titular, mismos que le contaron factura.
El Canelo salió motivado, de inmediato fue productivo y mostró su magia ante el joven Luis Flores. El canterano de Atlas no fue astuto y Angulo lo aprovechó, alzó la mirada y vio el movimiento de José Juan Macías. El delantero recibió, no lo pensó y de primera intención definió cruzado. Después de tantos días, la afición del Rebaño Sagrado celebró con ese grito virtual que tenían atorado en la garganta.
Los Zorros no reaccionaron y el segundo tanto de los locales no tardó. En una jugada que no parecía de peligro, terminó en la red rojinegra, ante el berrinche de José Hernández y el error de los novatos. Jesús Ángulo escapó a velocidad, se plantó ante Pepe y ganó el duelo.
