También en lo mental
La primera gran prueba del piloto mexicano Sergio Pérez será este domingo en el Gran Premio de Austria, que marcará el inicio de la máxima categoría del automovilismo en la recortada temporada 2020 a causa del coronavirus.
A bordo del RP20, un bólido que él mismo calificó como el mejor que ha tenido en un inicio de temporada, encenderá los motores en el Red Bull Ring, con el deseo de sumar sus primeros puntos y no sólo eso, sino de alcanzar el doble dígito de podios en su trayectoria en el Gran Circo, que hasta ahora es de ocho.
En 2019 extrañó el subir a los podios al atravesar por una serie de problemas técnicos y mecánicos en las que no estuvo cómodo en su monoplaza, pero en este año parece que el panorama le pintará distinto al volante estelar de la escudería Racing Point.
“La temporada pasada vimos grandes duelos a mitad de parrilla y estuvimos justo en medio de ello. Podemos terminar cuartos en el Campeonato de Constructores esta temporada y si logramos algunos podios, entonces la llamaremos una buena temporada”, externó el jalisciense, quien tendrá como coequipero al canadiense Lance Stroll.
“El equipo ha cambiado mucho. Hemos crecido significativamente desde el inicio y pueden estar muy orgullosos de lo que hemos logrado. Creo que lo mejor está por venir”, añadió.
