¿QUIÉN GANÓ?
Pasaron las elecciones tan esperadas y controvertidas en Coahuila por el tema de la pandemia en la que los más vulnerables al contagio del Covid-19 fueron los que predominaron en las casillas electorales y nos referimos a los adultos mayores de quienes volvieron a abusar y prácticamente los obligaron a acudir a las urnas pese a los riesgos que existen.
Con ello el Partido Revolucionario Institucional, dice haberse llevado el famoso carro completo en medio de un montón de dudas por los presuntos acarreos en los que trabajó su estructura que a final de cuentas cumplió con la misión de arrasar en estas elecciones.
La participación de acuerdo al padrón electoral fue por demás decepcionante al registrarse apenas un 30 por ciento de votantes y con ello no queda duda alguna que el verdadero ganador en esta contienda electoral fue el abstencionismo, que refleja en todo su esplendor la decepción de los electores y en este año el miedo de una pandemia generada por el SARS-CoV-2.
Para nadie es grato y no se puede festejar unas votaciones pobres y con una mínima participación, en las que además se dio una gran lección a aquellos candidatos que se sentían ganadores desde días antes con presuntas encuestas que ellos mismos inventaron y que además los engañan apoyos que reciben en redes sociales que luego los mismos resultados los ubican a la realidad.
Muchos han señalado que el contundente triunfo del Revolucionario Institucional, fue un claro mensaje al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y a su parido MORENA, por la aplastante derrota que obtuvieron en Coahuila al no ganar un sólo distrito.
Sin embargo, el verdadero mensaje podría ser un tanto capcioso, pero desgraciadamente no existe la visión suficiente ante un triunfo que los vuelve a encandilar con la etiqueta de carro completo.
Hay que poner mucha atención a lo que realmente ganó MORENA en Coahuila durante este ejercicio electoral y es justamente el convertirse en la segunda fuerza política en la entidad desplazando al Partido Acción Nacional que debe estar preocupado por el resultado.
Fueron desplazados y a partir de hoy seguramente se verán obligados a trabajar en la rehabilitación de su estructura que simplemente no dio resultados en el ejercicio político que los coloca en terapia intensiva tras ser desplazados a la tercera posición en el estado.
Muchos otros calificaron al PRI como un partido resucitado con el contundente triunfo del domingo, sin embargo, el Revolucionario Institucional jamás ha estado muerto al menos en el Congreso local y no se puede resucitar cuando nunca has estado muerto.
Tampoco se puede decir que López Obrador fue arrollado en Coahuila al considerar que sigue conservando la aceptación de la mayoría de los adultos mayores, que finalmente fueron el plato fuerte para que se tuviera al menos el 30 por ciento de la participación electoral.
Pero en el siguiente año se vivirán las elecciones para renovar alcaldías en Coahuila y la historia será completamente diferente.
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