LA AMBICIÓN POR DELANTE…
La pandemia derivada por el Covid-19 deja de importar y se hace a un lado cuando los trabajos políticos se sobreponen, como a la hora de elegir nuevos representantes en las diferentes plataformas políticas.
Lo vivimos el pasado 18 de octubre en las elecciones para elegir a los diputados locales que entrarán en funciones este primero de enero del 2021 y lo volvemos a vivir en estas fechas prematuras antes de concluir el 2020 donde nuevamente el ejercicio electoral para el siguiente año donde se elegirán a los alcaldes de los 38 municipios de Monclova traen inquieto a más de uno.
Pero la verdadera inquietud en algunos alcaldes es la famosa reelección, en la que su mayoría espera la aprobación del Tribunal Federal Electoral para dar a conocer abiertamente sus aspiraciones y mientras eso sucede se dicen respetuosos de las decisiones de sus partidos, de la ley y de los tiempos, aunque escondan oscuros y ambiciosos deseos de seguir en el poder.
Dentro de las pocas cosas atinadas que ha dicho el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, fue el relacionar el tema de las reelección en Coahuila, con un auténtico “porfiriato”, una escena que se preparó de forma maquiavélica desde tiempo atrás y que poco a poco limpia un camino de eternos gobernantes que intentan tomar el control de todo por tiempo indefinido.
Aún y que dentro de la ley se contempla la reelección, el Tribunal Electoral en Coahuila, no debió autorizarla, y mucho menos debería dar luz verde el Tribunal de la Federación tomando en cuenta que no deben seguir jugando con la inteligencia del mexicano.
Si hablamos de la Región Centro, la única forma en que no le interese a un alcalde la reelección es porque tiene seguro el camino a una diputación federal, y hay otros que fueron tan decepcionantes que ni en reelección serían elegidos por su propio pueblo.
Aunque hay municipios donde manda un sólo partido y lo que echen por delante es lo que se quedaría, como en el caso de Candela y Castaños, donde siempre gana el mismo, a menos que se den coaliciones entre dos o más paridos para vencer al de siempre.
En Frontera, lo más probable es que ni el mismo partido esté pensando en la reelección con el candidato que llevó a la presidencia, en definitiva, los errores garrafales no se cometen dos veces.
En San Buenaventura, el PAN la tiene “facilita” saben que aún y con reelección el PRI no vuelve a representar al pueblo luego de las decepciones consecutivas que han pasado en las últimas administraciones priistas con Flores Lugo y la actual Ayala Flores.
Al primero le tomaron la presidencia por más de seis largos meses y no la recuperó si no es por la fuerza del estado que madrugó a los manifestantes y los desalojaron con lujo de violencia y en la actual administración que ya fue reelecta, refleja una amarga decepción que siente su pueblo al saber de todas las desatenciones y desaires con que son recibidos al momento de acudir al palacio municipal.
Y es que San Buenaventura tienen una costumbre peculiar de ir y meterse hasta la “cocina” de la presidencia, pero ahora se toparon con una alcaldesa muy especial, con costumbres refinadas que frena con desplantes a los pobladores que ni siquiera son atendidos.
El resto de los pequeños municipios también comienzan a moverse en busca de las alcaldías.
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