DESDE OTRA PERSPECTIVA…
Si algo ha provocado la pandemia que vivimos, es que como seres humanos nos ha hecho sentir indefensos e impotentes por tratarse de un virus invisible que hasta el momento ha sido difícil de controlar.
Fue tan perfecto el golpe mundial sacudiendo todas las finanzas en los 5 continentes que no cabía duda en que fuera una presunta creación del hombre como un desafío global.
De entrada, vimos al Coronavirus como el mostro a vencer al saber que representaba una maldad por llevarnos a la muerte, pero también trae consigo efectos positivos que hemos dejado en el olvido.
Si lo vemos fríamente, la pandemia que generó este virus, quizá sea una prueba para nuestro sistema y nuestros valores humanos.
De entrada, es un virus que no conoce clases sociales y que ha demostrado que todos somos iguales, ni más ni menos, a todos nos puede contagiar y traer serias consecuencias.
Pero tampoco se puede ignorar a ninguna clase social si se quiere enfrentar esta amenaza.
Se han llorado muertes en todo el mundo y se ha reforzado la valentía de aquellos contagiados que enfrentan la enfermedad.
Otros han logrado vencerla siguiendo al pie de la letra las instrucciones médicas, pero el riesgo sigue latente para todos.
El golpe más fuerte aunado al de salud, sin duda alguna fue el económico, donde la mayoría de las empresas se vieron afectadas y de forma escalonada la afectación llegó hasta a sus trabajadores.
Muchos se quedaron sin empleo, otros tuvieron que tomar descansos forzosos con la mitad del salario afectando millones de economías familiares.
Pero lo peor fueron aquellos desempleados que no tienen forma de conseguir otro empleo por la propia contingencia.
De ahí se desencadenó el valor de ayudar al prójimo, realizando acciones de apoyos que llegan a los más vulnerables.
Pero con el valor esencial de ayudar a los que menos tienen, y no como los que se dicen llamar políticos que aprovechan estas coyunturas para proyectarse.
El confinamiento que estamos viviendo nos puede ayudar a recuperar todos nuestros valores y cambiar como sociedad.
Hoy reconocemos más el trabajo y desempeño de los trabajadores de salud.
Reconocemos a los gobiernos que verdaderamente se han fajado y apoyado durante esta pandemia.
Valoramos considerablemente la salud al paso de los días siguiendo al pie de la letra todas las indicaciones de prevención.
El encierro no puede ser tan malo, quizá pueda ayudar para reflexionar y replantear los esquemas diarios que vivimos.
Podría ser un buen momento para recuperar ideas y planes que se dejaron en el pasado, o en el cajón del olvido.
Sin duda extrañamos la proximidad con las personas dándonos cuenta de la importancia que tienen los abrazos y los besos que por el momento están prohibidos.
NI COMO NEGARLO…
Hasta un diario británico pudo darse cuenta del circo mañanero de nuestro Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Nadie podría negarle que no ofrece verdadera información y por el contrario pareciera promocionarse cada vez más dentro de sus planes políticos.
No le gustan las preguntas incómodas y compararon su estilo como de su homólogo Donald Trump.
