El Ministerio de Salud Pública de Paraguay expresó este jueves su preocupación ante el aumento de contagios de la covid-19 en los últimos meses así como sus consecuencias en el sistema sanitario, con las camas de terapia intensiva al 95 % de su capacidad.
El país suramericano registra 1,783 muertes y un total de 84,482 positivos, con un incremento en los últimos días de hasta un millar de los contagios diarios.
La cartera señaló en un comunicado que desde hace unos días el país "viene experimentando un acelerado ritmo de aumento de casos, con una transmisibilidad -promedio de contagios por infectado reportados- por encima del umbral de uno, evidenciando una tendencia creciente en la curva epidémica".
En ese sentido, el director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, señaló en el mismo comunicado que Paraguay cerró el mes de noviembre "recuperando el ritmo de principio de octubre que fue la temporada más dura, con alta ocupación de camas de terapia intensiva"
Sequera añadió que el pasado lunes el nivel de ocupación de camas por casos de covid-19 superó la barrera de los 800, mientras que las unidades de cuidados intensivos se encuentran al 95 % de su capacidad.
"Me preocupa que esto vaya en ascenso. Si las cifras se mantienen, se podría aguantar un tiempo considerable, más de eso sería un riesgo", aseveró Sequera, al hacer notar que el objetivo principal es ralentizar los casos para evitar el colapso del sistema.
El aumento de casos ha sido atribuido por el Gobierno a la relajación de la ciudadanía observada en las última semanas, en especial los fines de semana en lugares de esparcimiento público.
Ante ello, responsables del Ministerio señalaron a los medios que este viernes se anunciarían medidas para restringir el movimiento de personas y evitar aglomeraciones.
El Gobierno ya estableció severas restricciones de cara a la festividad religiosa que cada ocho de diciembre se celebra en la localidad de Caacupé, la mayor celebración mariana del país.
En esta ciudad, situada 55 kilómetros al este de Asunción, estarán prohibidas a partir de este viernes todas las actividades no esenciales en el entorno de la Basílica que cada año congrega a miles de peregrinos.
