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[quote]Un emotivo viacrucis vivieron la mañana de ayer miles de personas en el recorrido que siguió Jesús para morir en la cruz y donde se dieron importantes mensajes en defensa de los niños no nacidos, los ancianos abandonados, los enfermos no atendidos y las familias desintegradas[/quote]
DOLORES GUERRERO/REPORTERACon las voces resonando fuerte de la gente, ¡crucificarle!, ¡crucificárle!, Poncio Pilatos lavándose las manos y Barrabás siendo liberado por la multitud, dio inicio el viacrucis de Jesús.
Fue en la Parroquia de Santiago Apóstol en el corazón de Monclova donde esta representación realizada por jóvenes pertenecientes al Movimiento familiar cristiano y al Movimiento Juvenil quienes remontaron a los presentes al año cero, cuando Jesús de Nazaret fue juzgado, azotado, humillado y condenado a muerte.
Tras recibir 30 latigazos, que conmovían, estremecían al Nazareno y a la multitud que oía el chasquido de los látigos, la risa cínica de los soldados que le gritaban “nos hiciste trabajar hoy, cuando nosotros queríamos estar pisteando”, “te crees el rey y un Dios, pues aguanta esto”, “te crees el rey de los judíos, esta es tu corona” le decían mientras encajaban la corona de espinas, cumpliéndose así la primera estación donde Jesús es condenado a muerte.
Tambaleándose, Jesús de Nazaret inició la caminata de más de 3 horas en las que recorrió cada una de las 14 estaciones en que se divide el viacrucis, donde niños, jóvenes, adultos y adultos mayores caminaron lentamente, pesadamente, orando por las madres que sufren, por los torturados, por los inocentes condenados injustamente, por los pobres, por los discapacitados, por enfermos, por los migrantes, cada uno viviendo su propio viacrucis.
Al llegar a la calle Cuauhtémoc, Jesús es obligado a cargar la cruz, que representa la carga que cada una de las personas llevan, pero que él ha prometido que si te encomiendas, le sigues en sus enseñanzas, te ayudará a cargarla y que sea más ligera tu propia cruz.
Luego de cumplirse la segunda estación donde Jesús cae por primera vez y es obligado a levantarse a base de latigazos, de golpes, de insultos, de vejaciones por parte de los soldados y la multitud que lo condena, se cumple la tercera estación donde Jesús encuentra a su madre.
María ve a su hijo, le abraza, le consuela, le da el amor, el cariño que solo una madre puede dar, Jesús encuentra en ella la fortaleza que solo una madre amorosa da para seguir adelante, para cumplir con la difícil misión de salvar a la humanidad.
En la quinta estación, decenas de personas se unieron para ayudarle a Jesús a cargar su cruz, la solidaridad de chicos y grandes para ayudarlo a pesar de los azotes que los soldados les daban, de que la solidaridad se debe hacer presente en nuestra vida y la de los demás.
En la sexta estación donde Verónica limpia el rostro de Jesús, también decenas en la multitud presente, especialmente niños, se unieron para limpiarle el rostro a Jesús, y orando para que en el prójimo veamos a Jesús de Nazaret y también les ayudemos a los necesitados.
Uno del os puntos culminantes fue cuando Jesús en la décima estación es despojado de sus vestiduras, mostrando a la humanidad que no debemos tener apego a las cosas materiales, que estas son pasajeras y que lo que cuenta realmente son la fuerza del espíritu y el fortalecimiento de nuestros valores y nuestro ser.
Fue en la loma de la Ermita, ubicada en la Plaza Zapopan donde Jesús es clavado a la cruz, crucificado y donde finalmente muere en la cruz…
