“Hay mucho que contar, cosas bonitas y difíciles de narrar, nos tocó vivir en accidentes, afortunadamente nunca me tocó tener accidentes, no sé si fue dicha o suerte de poderlos ayudar”, cuenta FranciscoVERÓNICA PRECIADO/ REPORTERA
FRONTERA, COAH. -En la conmemoración del Día del Ferrocarrilero, Francisco Ramos Chacón, compartió una parte de su historia como trabajador del ferrocarril, fueron 45 largos años que le tocó estar a bordo de una máquina de una ciudad a otra, sacrificando el no ver a su familia por largo tiempo.
Desde el 5 de julio de 1960, hasta el día 1 de noviembre del 2006, don Francisco originario del municipio de Frontera, fue parte de la empresa Ferrocarriles Nacionales hoy Ferromex, donde vivió muchas experiencias.
“Hay mucho que contar, cosas bonitas y difíciles de narrar, nos tocó vivir en accidentes, afortunadamente nunca me tocó tener accidentes fuertes a mí, pero si me tocó auxiliar a compañeros que quedaban prensados, no sé si fue dicha o suerte de poderlos ayudar”.
Conmovido por recordar sus años como trabajador del ferrocarril, herencia de su padre y hermanos; dijo que lleva muchas anécdotas en su memoria, como la de un niño de 10 años, que le tocó ver cuando bajaba de un tren, como le pasaron por encima las ruedas de acero.
“El niño aun así alcanzó a salir solo, es un suceso que me dejo marcado, la gran satisfacción de ayudar y la oportunidad de conocer muchos lugares, aunque nunca estaba en mi casa, cuando llegaba estar me la pasaba a dormido porque llegaba de largos viajes”.
Es difícil la vida de un ferrocarrilero, la mala suerte de no ver cuando nacen tus hijos, cuando dice su primera palabra, sus primeros pasos, relató don Francisco, quien hoy en día tiene la dicha de tener cuatro hijos profesionistas.
“Tengo en mi familia, una mujer es profesionista contadora, un abogado, un ingeniero en sistema, y un licenciado en administración de empresas, no deje mi herencia, pero logre darles el apoyo para que sean profesionistas”, agregó.
