La tarde de ayer los católicos del mundo recordaron la última cena, episodio de la Biblia donde Cristo al repartir el pan entre los Apóstoles establece el sacramento de la Eucaristía haciéndose presente en el pan y vino que representa su cuerpo y sangre para el perdón de los pecados.
Además en un claro mensaje a los Sacerdotes, se hizo la representación conocida como el Lavatorio de pies, donde Jesús lavó los pies a sus discípulos, demostrando humildad, haciéndose ciervo.
“Esto fue lo que resumió la vida de Jesús, lo que fue su vida, y anticipó a los apóstoles lo que sería la cruz, pues es solo inclinándose para servir y gastando la vida por amor como Él como construiremos un mundo mejor” dijo el Sacerdote Eduardo Neri Frías quien ofició la misa conmemorativa al Jueves Santo.
Fue en el jueves Santo cuando Jesús se reúne con sus apóstoles, en la última cena es donde se despide, instaurando la eucaristía y viviendo lo que en cada misa representa el punto culminante de los católicos, pues representa el momento de la eucaristía.
“Mientras comían, Jesús tomó el pan, y habiéndoselo dado a los discípulos, dijo: Tomad y comed, todos de él, porque esto es mi cuerpo y mi sangre, sangre de la Alianza nueva y eterna” dijo el Sacerdote.
La última cena del Señor, explicó Eduardo Neri es la preparación antes de irse al Huerto de los olivos donde orará en preparación para el viacrucis, y es ahí donde Judas Iscariote se hace presente y se culmina la traición al entregarlo a los Soldados que lo llevarán a Juzgar.
Finalmente el Sacerdote destacó que “el hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida por los demás”.
