Las mujeres se están empoderando de una forma malentendida en el sentido de querer mandar, querer ser igual que el hombre y las instituciones luchan porque se cambie ese pensamiento y que la mujer se empodere con su dignidad, con su respeto a la vida, a su ser como mujer, opinó la psicóloga Santos Guerrero García.
Lo anterior respecto a la situación de mujeres que han sufrido maltrato físico, sicológico o económico, o maltrato patrimonial que han sido violentadas por sus parejas, se rehabilitan en su salud y regresan con él para vivir la misma situación por miedo a la libertad.
En los refugios las resguardan y cuando los hijos son menores de edad ahí los atienden, les dan clases y las preparan para la vida, pero siguen siendo dependientes emocionalmente de las personas.
“Aquí me traen al niño por agresivo, por rebelde y el niño esta aprendiendo lo que está viviendo en su casa, cuando vamos terminar con la cadena de violencia, la violencia se aprende, es multifactorial, los niños que viven en hogares violentos son los que practican el bullying precisamente en las escuelas”, explicó.
Es una dependencia emocional que están ante la figura masculina, que creen que es el único hombre, que ya no van a encontrar otro que las pueda hacer felices, “conozco mujeres que han dejado el trabajo y la pareja por sus hijos, porque dicen que para ellas lo importante es que los menores no sigan viendo situaciones de violencia y que vuelvan a repetir la historia.”
