Regularmente es la secundaria y preparatoria donde se tienen decena de casos como éste, donde los padres de familia y sus hijos tienen que firmar cartas compromiso de trabajo escolar y asistencia diariaHÉCTOR SOSA/REPORTERO
El desgano y apatía de los escolares por no querer asistir a la escuela ¿de dónde deriva?, ¿qué hace el niño o niña que no acude a la escuela?, en muchos de los casos se echan la “F”, algunas veces apoyados por el padre o la madre y se acorta el gobierno sobre los hijos, por lo que las reglas y disciplina son aspectos que se pierden en muchas familias.
Lo anterior es una constante que se ha estado presentando en la región de dos años a la fecha, y a decir de especialistas se debe al uso indiscriminado del celular en horas de la madrugada, de ahí que se establezcan las cartas compromiso que padres de familia tienen que firmar ante directivos de centros educativos, para que sus hijos no falten a clases y de forma puntual acudan a la escuela.
“En relación a niños que no quieren asistir a la escuela, una de las causas principales, es por el uso del celular, desgraciadamente los padres no están supervisando el uso adecuado del celular”, señaló Santos Guerrero García, Psicóloga del Módulo de Servicios Amigables para el Adolescente de la Secretaría de Salud.
Agrega que los niños de entre 11 y 12 años de edad de primero de secundaria y sexto de primaria, no quieren ir a la escuela porque se desvelan hasta altas horas de la madrugada, hay casos que hasta las 4:00 horas están con el celular y a las 6:00 los levantan.
“Nos han llegado reportes de directivos que los niños se quedan dormidos en el salón de clases”, indicó la especialista.
Pasan a segundo plano las faltas a la escuela de niños, porque tienen un desarrollo intelectual de normal bajo o deficiente, por eso no quieren ir a la escuela, también los que sufren fobia, ansiedad por separación, que son de los primeros años de la escuela de que muchos niños sufren en su casa maltrato físico y les entra la ansiedad porque sus padres se van a divorciar o que la mamá se va ir y tienen miedo de llegar a su casa y no encontrar a ninguno de ellos de las figuras significativas.
Fobia o resistencia a la escuela que es el bullying, y sobretodo que muchas veces no van desayunados, a veces tienen trastornos de conducta de hiperactividad, son las causas más principales de que no quieren ir a la escuela, pero destaca mucho el uso inadecuado del celular.
En cuanto a las cartas compromiso los maestros y directivos de escuelas, la verdad sí los admiro, porque realmente los que están al tanto de los alumnos son ellos, porque son los que buscan la ayuda para los alumnos, son los que mandan hablar a los padres, les mandan reporte y exigen una constancia de que están acudiendo a terapia, firman los padres y los alumnos una carta compromiso y muchas de las veces aún con la carta compromiso no hay resultados.
Aunque en el núcleo familiar éste el padre, sucede que siempre le dejan la responsabilidad a la madre, sí hay casos de que la mamá es madre soltera, divorciada o viuda y tiene que trabajar 12 horas en alguna maquiladora, la realidad de las cosas en la mayoría de los casos, el padre no se involucra en las cosas de familia, él cree que, con llevar dinero, para la comida o el sustento cree que ya cumplió con todo o regalar un celular o videojuego.
La realidad es que los dos, padre y madre deben de estar en armonía y concordancia por la educación de los hijos, si se unen en uno solo, en relación a premios y castigos, a todas las decisiones que tenga que ver con los hijos, todo va a marchar muy bien.
Tengo el ejemplo de un matrimonio que tienen a sus hijos súper educados son obedientes, no pelean, son respetuosos, van bien en la escuela y la gente del núcleo donde estamos se admira de que los padres fueran tan buenos padres, y les digo que la realidad es que esos padres en realidad no hacen algo extraordinario, es la educación que todos necesitamos darle a nuestros hijos que son las responsabilidades, las disciplinas, el afecto, la atención, aunado a los limites, así se necesita educar a los hijos y si todos los educáramos así, tendríamos una sociedad con menos problemas de los que están presentando los jóvenes y adolescentes.
