Tras la muerte de una menor en la Clínica 7, en donde los padres aseguran hubo negligencia médica, el nosocomio alega que la adolescente falleció por que sufría un cuadro severo de desnutrición, pero otra versión apunta que la canalización entre hospitales se hizo a modo urgente, siendo esto ignorado por personal de la Clínica 7.
La necropsia de ley arrojó que la menor falleció tras sufrir un shock séptico por perforación de estómago, y se presume que el deterioro del estómago derivó por una mala funcionalidad del sistema digestivo derivado de estar saturado de cabellos, presumiblemente porque la menor pudo haber sufrido el Síndrome de Rapunzel, es decir que se comía su cabello.
Fuentes cercanas al caso de la menor Katia Jatziri, señalaron que la condición que presentaba la menor al momento de ser atendida en la Clínica 86, se le detectó rigidez en el área abdominal, por lo que se canalizó de urgencia a la Clínica 7.
Pero la orden que se giró desde la Clínica 86 fue ignorada en la Clínica 7, pese a que, por la condición de la menor, se requería pasar a un procedimiento quirúrgico que pudo haberle dado una oportunidad de vida debido al diagnóstico con el que se le canalizó, evidenciando la falta de preparación y atención de quién recibió a la menor.
Otra versión señala que en sí no hubo negligencia, sino una demora en atención médica lo que se determina como “Responsabilidad Profesional”, esto debido a que estuvo bajo observación, sin embargo, los procedimientos y estudios se retrasaron, al momento se sabe que autoridades a nivel México del IMSS, ya han comenzado a revisar este caso. 
En un muy breve comunicado el IMSS asegura que la menor ingresó con una desnutrición severa, anemia y elevación excesiva de plaquetas en la sangre, remarcando que realizaron el tratamiento correspondiente según la práctica clínica, por lo que ahora están colaborando con las autoridades para la entrega de información concerniente al deceso de la adolescente.
