Crean un oasis en medio del desierto

Crean un oasis en medio del desierto
DOLORES GUERRERO/REPORTERA

Con 12 años de estar picando piedra, Carlos Alberto Martínez Rodríguez decidió comprar un predio de 6 hectáreas donde montó prácticamente un oasis sobre todo para los amantes de la pesca y de la naturaleza un atractivo sitio turístico a partir del 15 de abril que abre su temporada 2019.

Ubicado en el Campestre California en el kilómetro 18 de la Carretera 57, la Granja Acuícola San Vicente, nombre puesto en honor al padre de Carlos Alberto Martínez Rodríguez, ha tenido un gran crecimiento pues sus estanques hoy albergan más de 18 mil especies acuáticas divididas en 5 especies de peces: tilapia roja o starling, la Roking mountain, tilapia la Israelita, pejelagarto y robalo.

“Tengo 12años estudiando agricultura, me incliné a la Agricultura orgánica por ser la más sana ya que en esta no se usan pesticidas, pero hay poca información y estudiando nutrición vi que estamos mal en nuestra ingesta de alimentos y por eso decidí hacer agricultura orgánica,” señaló.

“El consumismo que tenemos, nos ha hecho comer mucha basura, por eso decidí sembrar de forma orgánica, y realmente si te aplicas y lo haces en tu traspatio en un pedacito, comes muy sano, tomo las heces de mis animales y los proceso para hacer composta,” explicó.

Además Carlos Martínez es especialista en Acuicultura, poco a poco empezó a capacitarse con un biólogo en Tamaulipas con el que afirmó que hasta trabajó gratuitamente para poder aprender todo lo relacionado a la cría de peces.

“He podido rodearme de mucha gente muy inspirada, estuve estudiando Agricultura orgánica en Palenque Chiapas, donde ellos caminaban por el monte sacando yuca, raíces y sus alimentos, en el fondo de las montañas, pude conocer lagos a las faldas de los cerros y ahí se tenían los peces,” explicó.

Dijo que en su granja está muy separado de la realidad del mundo, no puede cambiar el mundo, pero si puede cambiar su pedazo alrededor, aunque el agua escasea en el semidesierto de Coahuila con mucho esfuerzo se ha podido llevar a cabo este proyecto.

“Estuve en un diplomado 5 meses en una empresa en México con maestros españoles que nos enseñaron como mantener las condiciones de un estanque y crear a los peces, sabemos que estamos olvidados por el Gobierno en el campo, el esfuerzo económico es mucho y mucho más el trabajo,” declaró.

Desafortunadamente dijo, no se tiene la cultura, el amor, el cariño para trabajar con esfuerzo para el campo, más cuando se tiene un clima pésimo en esta región, pero ha decidido que con esfuerzo se puede lograr.

Los estanques que tiene la Granja Acuícola San Vicente son de vanguardia, tecnología mundial, se tiene por experiencia los criaderos por especie, tilapia roja o starling, la Roking mountain y la Israelita, esta última por ser una especie reproductiva y que como mensaje divino Dios le dio de comer a miles de personas con este tipo de peces y ahora está incursionando el pejelagarto.

Está, dijo tratando de crear un ecosistema con estos peces, que con sus huevos, sus crías, se puedan mantener otras especies carnívoras como el pejelagarto y el robalo, así se empieza en la agricultura, con un agricultor y biólogo, con especialistas que lo han enseñado.

La idea es criar a sus propios animales para poder comer y generar un poco más para vender siendo totalmente autosustentables.

“Mi padre me metió una filosofía de exigencia, de trabajo, no de solaparme, de no echarme por vencido, el Gobierno me ha ayudado poco, pero la verdad es que el campo está olvidado,” explicó Carlos Martínez.

Sin haber pedido recursos vieron que estaba trabajando con sus inversiones y tuvo en una ocasión el apoyo en algunas áreas de la agricultura, ahora además de los peces tiene más de 300 gallinas y gallos de pelea.

Relató que ha vivido momentos malos, “era un 23 de diciembre, se fue la luz, friazo, Comisión Federal de Electricidad no vino a restablecer la luz, “al día siguiente que vinieron había 18 mil animales muertos en mis estanques”.

Pero la capacidad, el amor, el esfuerzo, el reconocimiento que de 3 años a la fecha la Granja Acuícola San Vicente tiene es seguir impulsando como un punto turístico, aunque no le llama ya el dinero, sólo quiere que este esfuerzo le ayude a irse con la mano en alto.

Una cosa impresionante es que a estos estanques llegaron amigos que le dijeron “oye ir a la presa es muy costoso, porque no pones algo aquí y tenemos mucha gente de Monclova que pesca, vienen aquí, disfrutan de tirar el riel, sacan unos peces y desarrollé esto como centro turístico que está disponible para todos”.

La Granja Acuícola San Vicente abre de martes a domingo desde las 9:00 de la mañana a 9:00 de la noche, a mediados de abril se abrirá la temporada 2019, el costo de entrada es de 30 pesos por persona y además al sacar su propio pez, lo puede azar en los asadores disponibles o se los pueden preparar dorados por cocineras que trabajan en dicho lugar.

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