ANÁLISIS A TIEMPO

No cabe duda que el poder vuelve loca a las personas y entre más lo sienten más lo quieren y es difícil dejarlo.

Es por eso que en el partido de MORENA todos andan de la greña porque todos quieren ser, todos quieren figurar, y se aprovechan de cualquier oportunidad para ser los próximos elegidos.

La señora sigue empecinada en seguir manejando las riendas estatales de este partido.

Le importa un bledo que sea Diputada, o que tengan un cargo público, su ambición la lleva más allá de cualquier barrera.

Y como este caso hay muchos al interior de MORENA, simplemente basta ver a los Coordinadores del Bienestar, que para ser sinceros el único bienestar que buscan es el de ellos mismos.

Bastó con poquito poder para conocerlos de verdad.

Desafortunadamente los Súper Delegados sólo se vendan los ojos y no quieren ver el problema que tienen.

En el PAN las cosas no andan tan peor, sobre todo con el proceso de elección para dirigentes locales de cada partido.

En Monclova está completamente dividido el albiazul y aunque Everardo Rodríguez asegure que trabajará para que vuelva la unidad, lo cierto es que Everardo nada más no da una.

Y aunque presuma que en sus resultados como presidente del partido lleva dos victorias a la presidencia municipal, todo el mundo sabe que sólo fue un títere manejado por mentes maquiavélicas que se han adueñado de este partido.

Se trata de Martín Blackaller y compañía, quienes no solamente trabajaron con este partido, sino que además aplastaron al PRI al encuerarlo, dejándolo sin lideresas que habían estado por muchos años con el tricolor.

La pensaron y la hicieron bien.

Lo que hicieron fue simple, sólo les cumplieron lo que les prometieron.

Lideresas que el PRI las tenía chimuelas por muchos años, el PAN les puso dientes.

Otras que nunca habían visto juntos 10 o 20 mil pesos, se los pusieron en sus manos.

En pocas palabras, les dieron lo que sólo el tricolor les prometía en cada campaña y así llegó la magia.

Se estima que para el siguiente mes pueda darse el reajuste en el personal de confianza de Altos Hornos de México.

Aunque haya algunos que se empeñen en decir que no es cierto y que a toda costa intenten defender sus intereses, el recorte de personal parece inevitable en esta siderúrgica.

Cuando el río suena es porque agua lleva, así de simple.

El sol no se puede tapar con un dedo y las alarmas están encendidas al interior d la empresa.

Hay una psicosis en el personal de la empresa, pero saben que desafortunadamente habrá algunos que se quedarán sin su fuente de empleo.

No es la primera vez que esta empresa pasa por esta situación, se vivió cuando pasó de ser paraestatal a ser del sector privado.

Ha sucedió una y otra vez, a excepción de que en esta ocasión también se habla de una posible venta.

Ya lo estaremos viendo a principios de mes.

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