5 años, un mes y 19 días, o lo que es lo mismo mil 876 días, tuvieron que pasar para que se escuchara de nuevo el rugido del tigre.
Tiger Woods volvió a dar una cátedra de golf, demostró que lo que bien se aprende, pese a las lesiones y problemas extra cancha jamás se olvida y esta tarde se proclamó campeón del Tour Championship.
El último torneo de la temporada, el evento final de los playoffs de la FedEx Cup, vio a Woods levantar un campeonato, algo que no sucedía dede agosto del 2013, cuando logró el título del Bridgestone Invitational.
El "Tigre" dominó de principio a fin el torneo, lideró las primeras tres rondas con tarjetas de 65, 68, 65 golpes. Sin embargo, el último recorrido fue el más complicado y tiró su vuelta más alta con 71 contactos (+1), pero supo manejar la presión para no perder la cima para finalizar con 269 golpes (-11), sacando dos contactos de su compatriota Billy Horschel, quien finalizó en segundo lugar con 271 golpes (-9).
Los tormentosos años plagados de lesiones, quirófanos y abogados quedaron atrás para Tiger Woods, quien ayer repitió la foto con un trofeo del PGA Tour por vez 80 en su carrera para convertirse en el segundo máximo ganador en la historia de la máxima.
El East Lake Golf Club Course, en Atlanta, sirvió como marco ideal para que miles de personas vitorearan el triunfo de Tiger Woods 1876 días después. En la FedEx Cup el inglés Justin Rose se quedó con el título y con la millonaria bolsa de 10 millones de dólares.
