Piden a Dios aumente la capacidad de amar

En la Santa Misa oficiada por el cura de la Parroquia Santiago Apóstol, Eduardo Neri Frías, dijo que Dios decía, “yo soy la vida ustedes son los sarmientos, el sarmiento para dar fruto tiene que estar unido a la vida, las ramas unidas al tronco para dar el fruto a su tiempo.

Neri Frías, les dijo a 56 feligreses que asistieron a la misa de 7:00 de la mañana, que la asamblea dominical es la continuación de la temática del domingo anterior.

Y dijo, “Necesitamos su fuerza, su consuelo, su misericordia para poder responder en la vida diaria, a esta fe que nos une a nuestro Señor para poder permanecer y dar frutos, y el fruto más importante que es el amor que se expresa en la donación de la vida, porque nadie tiene más amor que el que da la vida por los demás, y tanto amo Dios al mundo que nos entregó a su hijo para que todo el que crea en él tenga vida eterna”, señaló el padre de la Parroquia Santiago Apóstol.

En la asamblea dominical pidió una oración colecta por las mamas vivas y difuntas, “Dios las proteja, ayude, sostenga, aleje de todo peligro, de todo mal, y en nosotros valorar y reconocer ese amor, y ellas sean personas que en sus familias en sus hogares sepan trasportar el amor a sus hijos, sepan acercarlos a Dios y aumenten su capacidad de amar.

Señaló que en la carta de San Juan, dijo Dios; Ámense ya no solamente a tu prójimo, como a ti mismo, sino ámense los unos a los otros como yo los he amado. Y los amó hasta dar su vida por nosotros.

“Cuando se tiene un hijo, cuando se es padre y madre cambia completamente la mente, el corazón de la persona y se constituye un vínculo que no tiene comparación. No hay amor más grande que el del padre y la madre. El amor es capaz de hacer que las relaciones sean más humanas y más profundas entre los seres humanos”, les dijo el padre Neri.

El evangelio de Juan dice que del amor va la verdad, la comparación, la tolerancia, la fidelidad, respeto, solidaridad, el sacrificio, la generosidad.

Puso como ejemplo, que si los esposos, padres de familia, las autoridades, y los poderosos en las naciones comprendieran esto, la situación entre ellos sería distinta.

Así como los padres les perdonan a los hijos lo que sea, así también si se perdonara a cónyuge de la misma manera las cosas serían diferentes.

Agregó, que muy a menudo queremos vivir en nuestro egoísmo, en nuestro orgullo por nuestra incapacidad para acoger el amor de Dios.

Y pidió, “Padre aumenta nuestra capacidad de amar, por el papa, obispos, sacerdotes, un amor que acompaña y cura, por el mundo entero, por los enfermos, por las relaciones laborales, interpersonales, por ser un mundo más humano desechando odios y egoísmos, vivamos siempre en el amor de Dios”.

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