HÉCTOR SOSA/REPORTERO
Alteraciones neurológicas que se manifiestan en trastornos del sueño, ansiedad, trastornos en su percepción de cómo ve el mundo y cómo ve las cosas son los daños que se le acarrea a un bebé que nazca producto del embarazo de una mujer adicta a alguna droga, definitivamente que trae en su torrente sanguíneo restos de ese producto y si posterior al nacimiento se le siguió amamantando.
Lo anterior es la opinión de la Doctora Rosa Nilda Arocha Méndez Jefa de la Jurisdicción Sanitaria 04 en torno a la condición clínica del pequeño de meses de edad que le fue retirado por la PRONNIF a su madre tras conocer las condiciones en que vivía.
“El hecho de que un bebé nazca producto del embarazo de una mujer que consume alguna droga definitivamente trae en su torrente sanguíneo restos de ese producto”, explicó.
El vivir en un entorno de disfunción familiar o de padres adictos le marcará y corre el riesgo de ser presa en un futuro de la adicción, remarcó.
“Independientemente de la edad que tenga, si un niño vive en medio en el que sus padres no tienen la suficiente conciencia de lo que están haciendo con respecto a la atención y al cuidado o la educación, atención medica de los niños esto definitivamente los marcará para la vida”.
“Lo más importante de todo es que son niños que no reciben una guía espiritual, educativas, de enseñanzas de normas y principios valores; la carencia de afecto los va a conducir a ser adultos problema, con problemas de la conducta, frustrados, insatisfechos que en un momento dado los marcan con muchas dificultades en su camino por la vida”.
