Al terminar una misa de ordenación sacerdotal y de diaconado celebrada en la Catedral de Santiago, Vera López señaló que a pesar de que tiene 30 años al frente de la Iglesia Católica aún le faltan muchas cosas por hacer.
“Me siento con muchas deudas de muchas cosas que me gustaría haber hecho y que todavía no he terminado, pero Dios ha sido bueno conmigo porque (tengo una) experiencia que yo nunca hubiera imaginado. Después de 30 años yo quiero mucho a la iglesia y toda la potencialidad que tiene para hacer el bien y es ahí donde yo siento mi más intensa lucha”, dijo.
Insistió en que en este momento el mundo necesita mucho de la Iglesia y reconoció que le falta fortalecer el proyecto pastoral.
En ese sentido, recordó que durante él estuvo en Ciudad Altamirano armó ese proyecto pastoral y ahora, después de tres obispos, continúa fortaleciéndose. Mientras que en Cristóbal de las Casas también fortaleció la integración entre las zonas pastorales en la región indígena.
Asimismo, señaló que durante estos 30 años de servicio la mayor satisfacción que ha tenido es ayudar.
“Yo tuve la fortuna de conocer un proyecto que trabaja en el fortalecimiento de la iglesia. Yo veo que me falta mucho por hacer pero veo que he trabajado mis 30 años siempre en el espíritu del Concilio Ecuménico Vaticano II donde la iglesia está en diálogo y en cambio con el mundo, y con ello cambiar sus posiciones de cerrazón”.
Vera López también adelantó que en los próximos dos años y medio tendrá que renunciar a la Iglesia católica, pues a los 75 años les exigen la renuncia.
