[quote]Nos comparte algunas de las experiencias que ha vivido/quote]
MARCO ESCALERA / REPORTEROCon 27 años de servicio como enfermera, Mayra Guadalupe Romo Olveda, ha vivido un sinfín de experiencias tanto positivas que se convierten en recuerdos agradables como experiencias amarga y lamentables y en este día de la enfermera los compartió con periódico EL TIEMPO, con quien relató parte de su recorrido dentro de esta noble labor.
Fue en el año de 1931, cuando el Director del Hospital Juárez de la Ciudad de México, José Castro Villagrana, instituyó el 6 de enero como día de la enfermera y enfermeros y al calificarlos como un regalo de reyes para los pacientes de eligió este día.
Para la Enfermera Mayra, su profesión la considera como una de las más noble y mágica, ya que están muy de cerca con la vida y la muerte, es decir, son testigos desde el momento en que un bebé nace y llega a este mundo, así como prestar todo el apoyo posible a una persona en su lecho de muerte e incluso les toca verlos morir.
Prácticamente desde niña sabía que iba a ser enfermera por su espíritu de servicio y su vocación siempre la llevaron por esta carrera, hasta que hace poco más de 27 años decidió ingresar a la escuela de Enfermería en la Cruz Roja y antes de graduarse comenzó a realizar su servicio social en el Hospital del DIF, donde hoy se desempeña como Jefa de enfermeras.
Además cuenta con una especialidad dentro de su profesión como Enfermería Quirúrgica, donde apoya a los médicos en diferentes operaciones o cirugías que se realizan en el Hospital del DIF.
Entre su experiencia como enfermera, dijo que lo más satisfactorio es el apoyo que da en los partos, donde coincidentemente le ha tocado a atender a una paciente en los partos de sus tres hijos, algo que le recordó la propia paciente al señalarle que ha recibido a sus tres bebés.
Sin embargo también existen experiencias amargas dentro de esta carrera, y una de las que recordó fue el fallecimiento de un menor, un niño que estuvieron atendiendo por un tiempo prolongado donde se recuperaba de bronquiolitis, se encariñaron tanto con él, iba mejorando y de repente recayó hasta perder la vida.
“Esto sin duda es lo que nos marca porque llegamos a encariñarnos con los pacientes, llegan y convivimos con ellos, es mucho el contacto personal como profesionalmente, pero lo que más nos satisface es el agradecimiento que tiene la gente hacía nosotros las enfermeras porque somos los que estamos en contacto directo con ellos,” relató.
Al ser considerados también como Ángeles sin alas, dijo que es muy satisfactorio que las etiqueten de esta manera, ya que sin duda hacen todo lo posible por hacer la diferencia entre la mala y buena salud, es por eso que deseo un feliz día a todas y cada una de sus compañeras de trabajo, así como a todas las enfermeras hoy en su día.
