TORREÓN COAHILA.- El presidente electo Andrés Manuel López Obrador y su próximo coordinador en Coahuila, Reyes Flores Hurtado, avivaron ayer el "fuego" con sus declaraciones en la guerra política que se ha desatado entre la futura oposición y el próximo oficialismo por la creación de las llamadas superdelegaciones.
"Si leen bien la reforma, que yo creo que no la han leído, a nosotros nos dan facultades de supervisión de los recursos federales y de aprobar o de coordinar con los municipios y los gobiernos los proyectos prioritarios, como un elemento del Gobierno federal que facilite el proceso, precisamente que no haya centralización, es un efecto al revés de lo que ellos alegan", explicó.
Aclaró que los superdelegados no tienen facultades ejecutivas, sino de supervisión de recursos federales, por lo que consideró que "si se están invirtiendo bien los recursos, ¿a qué le sacan? ¿a qué le tienen miedo?".
Flores Hurtado dijo que tampoco hay duplicidad de funciones con la Auditoría Superior de la Federación, que supervisa la correcta inversión del gasto en casos concretos, mientras que los superdelegados pueden revisar una obra en campo y no tienen períodos fatales por el ejercicio fiscal.
Consideró que los gobernadores están "sensibles" en lo que respecta a la seguridad, sin embargo, indicó que en el Acuerdo Nacional de Seguridad el presidente electo cumplió con los mandatarios, que son quienes coordinan la mesa, mientras que los representantes del Gobierno federal buscarán dar seguimiento a los acuerdos.
Al respecto, López Obrador afirmó que no va a ser rehén de nadie ni se va a dejar chantajear, pues él tiene un amo que es el pueblo de México, que lo eligió en las urnas el pasado 1 de julio. "Ya se acabó el régimen central, inicia la etapa de la democracia participativa", dijo al acudir a votar en la consulta nacional de programas prioritarios organizada por su equipo y su partido Morena.
