Reinó imprudencia durante volcadura

A pesar del peligro latente de explosión por la pipa que volcó sobre la Carretera 57, a la altura del kilómetro 32, tercos automovilistas provocaron que elementos de Fuerza Coahuila atravesaran sus patrullas en ambos carriles, toda vez que algunos intentaron burlar el cerco y se metieron en sentido contrario, siendo alcanzados por los uniformados, lo que dejó en claro que la explosión en Celemania hace 10 años, no dejó miedo alguno.

Las ganas de llegar a su hogar o la desesperación de no poder avanzar hacia Piedras Negras, o la Región Carbonífera, provocó una reacción negativa en muchos conductores, quienes a toda costa intentaban que los uniformados los dejaran pasar, cuando 30 kilómetros adelante había un severo problema que ponía en riesgo la vida.

Algunos intentaron en vano meterse en sentido contrario para avanzar, siendo copados por los elementos, quienes tuvieron que apostar dos patrullas para cerrar por completo el tráfico.

Dicho cierre, provocó que decenas de conductores optaran por seguir con su viaje por el lado de San Buenaventura, en la carretera estatal que lleva a Abasolo, Escobedo, Los Rodríguez y finalmente a Hermanas, bordeando alrededor de una hora.

Sin embargo, para la policía de San Buena, tanto tráfico ingresando a la nueva Ciudad, fue causa para instalar retenes, en vez de agilizar la vialidad, lo que provocó enormes filas.

En dichos retenes se revisaba de todo, lo que fue mal visto por los automovilistas que ya venían de la Carretera 57 de hacer una larga fila, y deseaban avanzar hacia sus ciudades de origen, sin embargo, tuvieron que esperar hasta que los uniformados los revisaran y dieran el paso.

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