AGENCIAS / EL TIEMPO
WASHINGTON.- Docenas de líderes empresariales y de la industria, llegaron al Capitolio ayer martes, en un esfuerzo coordinado para preservar el Tratado de Libre Comercio (TLC) de América del Norte, un pacto que parece estar cada vez más en riesgo por las presiones de la Administración Trump a Canadá y México por importantes concesiones. Más de 125 participantes de la industria automotriz, minorista, agrícola y otras planean reunirse con las 100 oficinas del Senado el martes para aumentar la presión sobre los legisladores, muchos de cuyos integrantes trabajan para las empresas que dependen del TLC, para mantener el acuerdo intacto, de acuerdo con la Cámara de Comercio de EU.
La desaparición del pacto comercial de 1994 se ha convertido en una amenaza creciente a raíz de los cambios dramáticos que Estados Unidos dice que quiere y que las empresas estadounidenses y los negociadores de México y Canadá han rechazado. Las reuniones son parte de un esfuerzo de los grupos empresariales para persuadir a los legisladores a preservar el acuerdo y rechazar algunas de las disposiciones que Estados Unidos defiende actualmente. La Cámara de Comercio de estados unidos organizó una visita a la Cámara de Representantes el 11 de octubre para entregar un mensaje similar. El Presidente ha amenazado desde hace mucho tiempo con deshacerse del TLC, pero las empresas lo descartaron en gran medida por ser más una táctica para presionar la negociación que una realidad. "Veremos qué pasa con el TLC, y si no pasa nada quizá tengamos que hacer uno nuevo, un nuevo acuerdo. Pero veamos", dijo Trump esta tarde antes de una reunión con legisladores en el Capitolio. Sin embargo, eso ha cambiado en las últimas semanas debido a que las negociaciones con Canadá y México se han vuelto más inestables, lo que ha provocado que los líderes de la industria se organicen. Esto, tras el fin de la tercera ronda de negociación, donde Estados Unidos propuso cambiar las reglas de origen automotrices, con lo que el 85 por ciento de un automóvil necesitaría ser facturado en la región para librar aranceles y asegurar el 50 por ciento del total para los Estados Unidos.
La próxima ronda de conversaciones comerciales se pospuso hasta el 17 de noviembre en México para dar a las partes más tiempo para resolver sus diferencias.
