El encanto llegó tarde al Clausura 2017, pero el sacrificio valió la pena. El Cruz Azul mostró quizás su mejor versión en lo que va de la presente campaña al vencer por 2-1 al Guadalajara, un hechizo que prácticamente necesitó de Chivas para realizarse como parte de la Jornada 15.
Y si de sacrificios se habla, entre todas las Chivas destaca el nombre de Miguel Ponce. El lateral vio la tarjeta roja recién a los 27′ para dejar al Rebaño en inferioridad numérica… y también en inferioridad en el marcador, ya que los Cementeros se habían adelantado en los cartones seis minutos antes gracias a un tanto de Ángel Mena.
El ecuatoriano logró el primer tanto del encuentro vía penal, después de un polémico encuentro de Jorge Benítez con el portero Rodolfo Cota en el área. Tanto el gol como la expulsión fueron demasiado castigo para unos rojiblancos que todavía cargaban con confeti en la cabeza tras ganar la Copa Corona MX a mitad de semana.
Una gran jugada colectiva abrió la puerta para que Rafael Baca diera pase retrasado para la incorporación desde atrás de Francisco Silva, quien a los 52′ no lo pensaría dos veces para impactar de primera intención y poner la pelota otra vez en las redes. Los dirigidos porMatías Almeyda por fin subieron su nombre a la pizarra gracias a Oswaldo Alanís y a un golazo de tiro libre tan estético que casi fue perfecto; ¿qué le faltó para serlo a plenitud? Que llegó en la última acción del compromiso, ya en los 93′.
Los dirigidos por Paco Jémez dieron una muestra de solidaridad en su juego. Richard Ruíz mandó un mensaje claro de querer más minutos y multiplicó su presencia en la cancha, incluso jugando como punta, al lado de Jorge Benítez. Los tapatíos también presentaron una buena noticia: el debut de Mauro Rodríguez.
Poco a poco, la sobriedad de Francisco Silva en mitad de la cancha y la lucidez de Gabriel Peñalba fueron comiendo al Guadalajara, que contó con apoyo abrumador aunque no sorprendente en el Estadio Azul de la Ciudad de México. Para el complemento, el flamante Campeón copero intentó destruir el juego de los locales.
El desempeño de los capitalinos fue único, como pocas veces visto desde la llegada de Jémez al banquillo de La Noria, aunque probablemente careció de la suficiente malicia para buscar hacer daño por su lado izquierdo, donde la ausencia de Miguel Ponce dejó desprotegido a Chivas durante todo el segundo tiempo.
