Es tiempo de reconcilio con Dios y el prójimo

Es tiempo de reconcilio con Dios y el prójimo
GUADALUPE PÉREZ/REPORTERA

La Cuaresma es un tiempo para reconciliarse con Dios y con el prójimo, es un tiempo de austeridad, penitencia así como para recordar que mucho más allá de la muerte está la resurrección, así lo indicó el padre Gilberto Almaraz, como parte de la celebración del tradicional “Miércoles de Ceniza”.

Fieles católicos, familias enteras acudieron a lo largo del día a las misas y lectura de los evangelios que se estuvieron presentando en las diferentes iglesias de la localidad, a fin de celebrar el inicio de la Cuaresma y el miércoles de Ceniza.

El padre Gilberto Almaraz, comentó que este periodo tiene como meta principal el buscar el reconcilio con Dios y con las personas con las que se haya tenido algún conflicto y perdonar sinceramente e iniciar de cero.

De igual forma dijo, es tiempo de ayunar, de austeridad, de penitencia y arrepentirse de corazón sobre todos los pecados cometidos; recordando además que “somos polvo y que en polvo se va a convertir nuestro cuerpo”; siendo así el llamado a una vida mucho mejor y que más allá de la muerte está la resurrección.

Reiteró la importancia de vivir la celebración de la Cuaresma en familia, fomentar los valores desde el más anciano de la familia hasta el más joven, así como invitar a aquellos que están alejados de la iglesia a acercarse de nuevo y reforzar la fe en el Todo Poderoso.

Finalmente indicó que durante el día de ayer se llevaron a cabo diversas misas y lecturas de evangelios en donde se estuvo aplicando la cruz de ceniza entre los asistentes.

Es tiempo de reconcilio con Dios y el prójimo
Es tiempo de reconcilio con Dios y el prójimo 〉 🖼️

Noticias del tema


    ¿Te gustó la nota? comparte

    Síguenos en Google News


    Reacciones

    NOTAS RELACIONADAS

    El clima en Monclova

    Tendencia

    Noticias más leídas

    noticias más leídas

    Noticias recientes

    noticias recientes

    Es tendencia

      Te puede interesar

      Es tiempo de reconcilio con Dios y el prójimo