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A base de tenacidad, perseverancia e inteligencia logra dos becas con las que podrá continuar sus estudios en el Tecnológico de Monterrey
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AZUCENA TENORIO/REPORTERA
Con un diez perfecto, Lydia Abigail Garza Coello, se graduó de la especialidad de Mecatrónica del CBTis 36 y gracias a una beca del cien por ciento que otorgó la empresa GIMSA, podrá cumplir su sueño de estudiar en el Tecnológico de Monterrey donde también, se ganó la beca “Líderes del Mañana”.
Lydia Abigil Garza Coello es sinónimo de tenacidad, perseverancia e inteligencia, gracias a eso y al apoyo de sus padres, Martha Patricia Coello y Armando Garza, ha logrado cumplir su sueño de estudiar en el Tecnológico de Monterrey con dos becas, la de la empresa GIMSA y beca “Líderes del Mañana”.
Tiene 18 años y estudió Mecatrónica, es una especialidad que tiene unión entre electrónica, electricidad, programación y control. Se basa en las Matemáticas y Física, ella entró no por el gusto a la materia, sino porque las otras especialidades no le llamaron tanto la atención.
Cuando entró al segundo semestre del CBTis 36, se dio cuenta de lo interesante de la carrera y lo útil que es para la vida y sobre todo, bases para la universidad. Las materias que más le gustan son Matemáticas y Física, así como trató de sacarle provecho a todas las demás materias e investigó diversos temas, para no conformarse.
Seguirá estudiando la misma carrera en el Tecnológico de Monterrey, ya que la empresa GIMSA le otorgó la beca al 100 por ciento la cual consiste, en integrarse al campo laboral una vez terminada la carrera. Mientras tanto, Lydia tendrá que mantener la beca y en vacaciones, cumplirá con prácticas profesionales dentro de la empresa.
"Esto me ayudará a empaparme más con mi carrera y practicar para tener una noción de ello, cuando empiece a trabajar, los que fuimos seleccionados, estemos más a gusto. Me enteré de la beca por la misma preparatoria, porque nos convocaron a los que teníamos promedio de 9.5 a 10 y si estábamos interesados, presentarnos en el Parque Xochipilli con documentos", dijo.
El 25 de Noviembre fue el examen en la Biblioteca Pape, después de pasarlo le siguieron varios filtros que fueron exámenes psicométricos y entrevistas. Lydia dijo, al final quedaron 12 de los cuales eligieron a seis, cada uno a diferente carrera, siendo ella la única que tiene la beca “Líderes del Mañana”.
"Yo quería irme a Monterrey o a Saltillo a estudiar, pero económicamente no iba a ser posible pues sólo mi mamá trabaja como maestra y mi papá está desempleado. Desde tiempo atrás comencé a investigar y buscar una solución para poder irme, así que me interesé en la beca ‘Líderes del Mañana’ del Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Nuevo León".
Pero su gran meta era entrar al Tecnológico de Monterrey, donde no ha tenido oportunidad de asistir ni ha querido investigar por medio de Internet, ya que quiere sorprenderse con las instalaciones una vez que asista a clases. Cuál fue su sorpresa, al recibir otra buena noticia, había sido seleccionada de entre todos los aspirantes del país, para la beca “Líderes del Mañana”.
La joven comentó, es una gran oportunidad poder asistir a esa universidad pues es una de las más importantes del país y a la vez, está agradecida con las personas que le otorgaron la beca. De igual manera no dejó de buscar más opciones, por eso hizo el examen en el Tecnológico.
"Estoy agradecida con mis papás porque siempre me han apoyado, desde noviembre del 2015 han estado a mi lado al igual que mi hermano menor, Valentín Garza, quien también está interesado en ser uno de los seleccionados para la beca de GIMSA. También a mis amigos y maestros, como más personas porque sin su apoyo moral no hubiera tenido la misma respuesta para lograr lo que tengo ahorita", dijo.
Su mamá, Martha Patricia Coello, dijo que desde pequeña tenía estrella propia porque a los 6 meses podía decir frases completas y no de balbuceó, al año podía mantener una conversación con un adulto. Como maestra, se dio cuenta del potencial que tenía, Lydia siempre almacena toda la información, casi como una memoria fotográfica.
"En la preparatoria, traté de ayudar a más personas así como compañeros me ayudaron, fue una experiencia muy bonita por la participación de todos mis amigos porque hay maneras de resolver un problema más fácil y uno no lo ve hasta que se lo hacen saber".
A veces se quedaba después de la preparatoria o iba los fines de semana para dar asesorías, le gustaba ayudar a los demás en temas con lo que no tenía problemas. Así mismo, la carrera de Mecatrónica es una dominada por hombres, pero poco a poco las mujeres han tenido auge en ella, en su salón eran 50 alumno y de ellos, sólo 10 eran mujeres.
Al principio se le hacía extraño, pero después se acostumbró y se dio cuenta que no siempre se tiene que convivir con las mujeres, también los hombres hacen buena mancuerna. Sus compañeros siempre se comportaron de una forma respetuosa con ella e incluso las procuraban y cuidaban.
"Creo que en el campo laboral, me encontraré con lo mismo, incluso en la universidad serán más hombres que mujeres pero para mí eso no significa un problema o algo malo. Me da mucho gusto que más mujeres se estén interesando en este tipo de carreras, porque cuando inició la carrera sólo eran dos mujeres y en la generación después que la mía, hay el doble de mujeres", expresó.
Lydia, comentó, muchas veces las personas se conforman con lo que tienen o lo que hay y no dedican el tiempo a buscar más perspectivas y oportunidades, cuando en realidad, están frente a ellos. Eso marca mucho la diferencia entre las personas que quieren abrirse más puertas a las que ven todo a simple vista.
Cuando se le conoce, no se cree que tenga 18 años pues su madurez es tanta, que parece estar hablando con una persona adulta. Sabe que el camino no será fácil, pero está dispuesta a dar todo de sí para no defraudar a las personas que depositaron su confianza en ella, a su familia, pero sobre todo, a sí misma.
