[quote]Sus condiciones de vida no son las mejores, sin embargo, su optimismo lo ha llevado a ser un luchador de la vida, no sabe leer, ni escribir, pero ha aprendido a sobresalir con su propio esfuerzo[/quote]
VERÓNICA PRECIADO/ REPORTERA
SAN BUENAVENTURA, COAH.- Don Pedrito “El Escobero”, así es como lo conoce la comunidad sambonense, un hombre de 81 años que por muchos años fue agricultor, y hoy se dedica a vender escobas que el mismo elabora con material de espiga.
Sus condiciones de vida no son las mejores, sin embargo, su optimismo lo ha llevado a ser un luchador de la vida, desde muy niño le ayudaba a su padre en las actividades del campo, nunca fue la escuela, no sabe leer , ni escribir, pero a lo largo de los años ha aprendido a sobresalir con su propio esfuerzo.
Es originario de la comunidad de Santa Gertrudis, pero tiene siete años viviendo en la colonia Solidaridad, en un sólo cuarto que pudo construir del dinero que recibió cuando trabajo como bracero en Estados Unidos.
Pedro Estrada Barrientos, es también un famoso “curandero”, tiene el don de curar dolores y sanar a las personas con sus manos.
“Yo curo a las personas y no les cobro nada, si me quieren dejar algo que bueno, si no, de todas maneras lo hago, aquí vivo muy feliz en mi cuartito, el frío lo aguanto porque siempre trabajé en el campo, estoy impuesto a estos tipos de climas”.
Don Pedrito, dijo que a pesar de su analfabetismo, poco a poco ha salido adelante con las enseñanzas que le dejó su padre.
“Hice mi cuartito cunado iba y venia a Estados Unidos, me devolvió el Gobierno Americano 10 por ciento, aquí hago mis escobas, ahorita las estoy comprando porque en esta región no hay espiga”.
Su fe y devoción en la virgen de Guadalupe y San Judas Tadeo, de quienes tiene imágenes y un altar con velas, para rezarles día a día.
Dijo que esta Navidad la pasará con su esposa y sus dos hijos, harán una tamalada en su pequeño hogar, en donde existen muchas carencias, pero a pesar de ello siempre tienen algo para comer.
“Ahorita voy a preparar unos frijolitos, con cebolla y pedazo de carnita que alcance a comprar a ver que me sale, para mi es un placer seguir viviendo tranquilo y con salud, en una sociedad donde hay mucha descompostura, hay gente que se maneja a puras maldiciones”.
