[quote]Desde la noche anterior, había estado ingiriendo bebidas embriagantes con varios “amigos”. Es la víctima número 6 de la ola de asesinatos que azota la Ciudad.[/quote]
Un padre de familia y entrenador de un equipo de futbol de la colonia Chinameca, se convirtió en la víctima número seis de la ola de asesinatos que azota la Ciudad y que comenzó el domingo anterior, hace 9 días, al ser degollado en el interior de su hogar donde convivió presuntamente con él o los homicidas.
Dicha ola de asesinatos ha sido realizada por ciudadanos comunes, en los cuales se ha visto que el factor dominante es el alcohol y las drogas, a pesar de la presencia de media docena de corporaciones que realizan operativos a todas horas, sin lograr resultados evidentes.
El nuevo homicidio fue descubierto el mediodía de ayer en la calle Uxmal, entre Tenochtitlán y Veracruz, de la colonia Chinameca, al filo de las 13:30 horas, cuando vecinos de Rogelio Sepúlveda Reyes de 36 años, y quien vivía en la esquina formada por dichas calles, divisaron que éste se encontraba tirado en el interior del hogar, ya que la puerta estaba abierta.
Al acercarse para ver qué pasaba, se llevaron horrenda sorpresa, pues éste yacía inerte en medio de un enorme charco de sangre, por lo que de inmediato dieron parte a los números de emergencia, siendo socorristas de la Cruz Roja quienes se encargaran de acudir en su auxilio.
Al llegar los paramédicos y revisar al sujeto, ya no encontraron signos vitales, por lo que dieron la alerta a Seguridad Pública, activándose el Código Rojo, al reportarse que el hombre había sido asesinado brutalmente, con saña inaudita, ya que tenía el cuello cercenado.
Fue cuestión de minutos lo que tardaron las patrullas en llegar al sitio y tras confirmar el reporte, acordonaron el área para que no se pudiera alterar la escena del crimen, dando paso a los agentes de la Policía Investigadora del Estado, quienes comenzaron a buscar cualquier posible evidencia e interrogaron a los vecinos, los cuales ya habían abarrotado las calles para presenciar las macabras diligencias.
Fue así que los investigadores lograron saber que Rogelio vivía sólo, ya que tenía rato de separado de su esposa y su hijo, y que desde la noche anterior, aproximadamente como a las 10 de la noche, había empezado a ingerir bebidas alcohólicas acompañado por varios sujetos.
Se supo también que cerca de las 5 de la mañana, aún seguía la parranda en dicho hogar, lo que fue confirmado al revisar el cuarto donde quedó el cuerpo, ya que estaba rodeado de botes de cerveza, sin embargo, nadie aportó algún nombre o apodo de las personas con las que convivió Rogelio las últimas horas.
Mientras se realizaban las debidas diligencias, varios jugadores de futbol de la colonia llegaron al sitio a buscar a su entrenador, ya que no había acudido al juego, tratándose precisamente del difunto, lo que sorprendió sobremanera a sus discípulos.
Finalmente, fue el agente del Ministerio Público quien diera fe del deceso y ordenó el levantamiento del cadáver a una funeraria de la localidad, justo cuando llegaba al sitio su esposa, la señora Jazmín Rodríguez Blanco de 34 años de edad, quien indicó que desde hace un año estaba separada de su esposo, pero que "era una persona muy tranquila, que no se metía con nadie”.
Ella indicó que procrearon un niño que actualmente tiene 2 años, y que desde entonces su esposo vivía solo, pero que frecuentemente era visitado por amigos de parranda, datos que fueron tomados en cuenta por los investigadores.
Finalmente, el cadáver fue llevado a una funeraria local, lugar donde se le realizará la necropsia de Ley, y posteriormente se le entregaría a sus familiares, para su cristiana sepultura.
Hasta el cierre de esta edición, no había detenidos ni información oficial por parte de la Procuraduría de Justicia, por lo que las investigaciones seguirían en las próximas horas.
